El Juzgado de lo Penal número 6 de A Coruña ha condenado a 15 meses de prisión a un hombre por quebrantar la orden de alejamiento que tenía de su expareja. El procesado contrató anuncios en periódicos en los que ofrecía un puesto de trabajo indeterminado con una remuneración de 6.000 euros. Cuando los interesados contactaban con él, les facilitaba el teléfono de la víctima, diciéndoles que era la persona que iba a contratarlos. La mujer recibió numerosas llamadas entre los días 10 y 14 de octubre de 2013. El juez considera acreditado en la sentencia que el procesado actuó "con ánimo de quebrantar la tranquilidad y el sosiego de su expareja".

El sentenciado también llamó a la víctima desde una cabina pública haciéndose pasar por su abogado y encargó a un taxista que acudiera al lugar de trabajo de su excompañera sentimental para pedirle que le diese unas gafas de su propiedad y le preguntase si se quería casar con él. El magistrado relata en la sentencia que telefoneó a la mujer desde el del hostal en el que se alojaba para comunicarle que iba a someterse a un tratamiento de deshabituación. Además, salía a la calle para encontrarse a su expareja, pues conocía sus horarios y los recorridos que realizaba para ir de su casa al trabajo.

El sospechoso, según recalca el titular de Penal 6 en el fallo, tenía "conocimiento" de una resolución judicial en la que se le prohibía acercarse y comunicarse por cualquier medio con la víctima. El magistrado lo ha condenado como autor de un delito leve de coacciones y de otro continuado de quebrantamiento de condena, por los que le ha impuesto 15 meses de cárcel y la prohibición de comunicarse con la afectada por cualquier medio, postal, telefónico o telemático o aproximarse a menos de 500 metros de su casa durante un año y medio. El procesado, además, deberá indemnizar a la denunciante una indemnización de 500 euros a la víctima por el daño moral que le causó.

El representante del Ministerio público demandaba en su escrito de calificación que el imputado fuese condenado a un año y nueve meses de cárcel, así como a la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante tres años y a la prohibición de comunicarse por cualquier medio y aproximarse a la víctima durante dos años. La acusación particular solicitó que la orden de alejamiento fuese durante tres años y dos años de prisión.