La decisión de mantener como alojamiento el edificio del hotel Atlántico es justificada por el Concello como evitar los "daños" que el cese de esa actividad causaría a la economía local, según figura en la propuesta de acuerdo de la Junta de Gobierno Local, que ayer aprobó las condiciones para subastar el alquiler del edificio. Según figura en el documento, el cierre del hotel supondría una "repercusión negativa" para el municipio, tanto por la pérdida de empleo como por su impacto en el sector turístico y en la actividad de congresos y negocios.

Ante la inminencia del fin del actual contrato de arrendamiento del edificio, que se producirá el próximo 21 de agosto, el Gobierno local se planteó la posibilidad de dedicarlo a otros fines, entre los que se mencionó que fuese transformado en residencia universitaria. El acuerdo alcanzado entre la Diputación, el Concello y la Universidad para instalar ese alojamiento para estudiantes en parte del centro Calvo Sotelo hizo que el Ejecutivo municipal descartase finalmente ese uso para el Atlántico.

Al hacer pública ayer la aprobación del pliego de condiciones para alquilar el hotel, el alcalde, Xulio Ferreiro, rechazó también la posibilidad de que el inmueble comparta el uso privado como alojamiento con el público que le proporcionaran actividades municipales. Según Ferreiro, la experiencia proporcionada por instalaciones del Concello en la que existen ambos usos es negativa, por lo que se optó por excluir esa posibilidad al arrendar el edificio.

El Gobierno local exige en el concurso mediante el que se alquilará el hotel la obligación del nuevo arrendatario de mantener un mínimo de 41 puestos de trabajo, los mismos con los que cuenta en la actualidad el Atlántico. Las condiciones establecen también la obligación de mantener las condiciones laborales de las que disfrutan ahora los empleados del hotel, pero en el pliego no figura que deban ser subrogados por la empresa a la que se adjudique el arrendamiento.

La fórmula que empleará el Concello para sacar al mercado el hotel será una puja por procedimiento abierto, mediante la que el adjudicatario tendrá derecho a explotar el establecimiento durante un máximo de veinte años, ya que ese periodo no se podrá ampliar al ser el máximo que permite la Ley.

Frente a los 2.500 euros al año que abona actualmente Parisiana por el alquiler del edificio -cuya explotación como hotel es desarrollada por la cadena NH-, el nuevo contrato tendrá un importe mínimo de 1.007.761 euros. Esa cantidad será la que figure como precio mínimo de licitación, por lo que podrá ser incrementada por las empresas que participen en la subasta. Para el alcalde, el nuevo coste del arrendamiento se halla "dentro de las condiciones de mercado" ante las características del edificio, situado en pleno centro de la ciudad. El precio de alquiler equivale al 6% del valor de tasación del inmueble, el porcentaje mínimo de canon legal en un alquiler de este tipo.

El alcalde destacó ayer que el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 dio la razón el año pasado al Concello sobre la fecha en la que se inició el arrendamiento del hotel, aspecto sobre el que mantenía una disputa con la sociedad Parisiana. Al fijarse el 21 de agosto de 1968 como el comienzo del contrato, será ese mismo día de este año el que venza al cumplirse los cincuenta años en que estaba fijada la duración.

Una vez que el Boletín Oficial de la Provincia y el perfil del contratante del Concello publiquen la oferta de alquiler, habrá un plazo de veinte días para presentar las propuestas.