G. M..A CoruñaLa paleta del pintor Ramón Astray es, según su definición, "particular"; se nutre de "todos los colores", sin inclinación por ninguno en especial. "Depende del estado de ánimo", dice Astray, que expone su colección Pantomimas en la sala del Casino Atlántico, hasta el próximo miércoles 5 de septiembre."El trazo es sustantivo y el color es subjetivo", sentencia el pintor coruñés. Porque las sensaciones en su obra, las transmiten los colores que dan vida a las escenas que elige para expresarse y que se expresen sus cuadros.Un Barco de locos, Náufragos en una tempestad que luchan por sobrevivir a los caprichos del mar y un grupo de Acróbatas forman parte, junto con una reproducción de la Penúltima cena en casa de la madre de Mateo, de los trabajos más recientes de Ramón Astray, Pantomima."Es como un teatrillo en el que pasan cosas, pero no utilizo la palabra para comunicarme con el público. Pantomima es una buena palabra para definir estos cuadros", afirma el pintor, que pasa de la creación figurativa a un universo de color en el que, las formas se componen por la mezcla de tonos con situaciones de la vida diaria y de un pasado imaginario. Un picador comparte trazos con El Cristo de los limones.