Pablo López.A coruñaEl Ayuntamiento mantiene su intención de prohibir abrir nuevos bares en la zona del Orzán a pesar de la alegación presentada por la Asociación Provincial de Hostelería para que renuncie a ese proyecto. Aunque reconoce que analizará las quejas de los profesionales, el Gobierno local cree que la medida es la mejor solución para reducir el número de decibelios que padecen los vecinos de un área que ha sido calificada como acústicamente saturada.El Concello explica que la nueva normativa ha sido estudiada y analizada y que, por el momento, no se ha planteado la posibilidad de retirarla. "En principio, la intención es la de mantener la iniciativa. Habrá que estudiar las alegaciones presentadas por los hosteleros y evaluarlas, pero no creo que cambie", afirmó un portavoz del Gobierno municipal.Los hosteleros, sin embargo, cuentan con el apoyo de la oposición, que ve la medida acordada por la Junta de Gobierno Local como una fórmula para "criminalizar a un sector económico" que no servirá para eliminar el ruido en las zonas de ocio nocturno. El Partido Popular considera que los problemas sonoros que padecen los vecinos de las calles de bares del Orzán no están motivados por la actividad de los locales sino por fenómenos como el botellón. "Nosotros incluimos el ruido dentro de los problemas de seguridad ciudadana. Lo que hay que hacer es regular el consumo de alcohol en la calle y otras actividades ruidosas como ya se ha hecho en otras ciudades españolas", explica Pilar Farjas, concejala del Partido Popular.Los populares transmitirán al Gobierno local la propuesta de establecer una normativa sobre aspectos como la venta de bebidas alcohólicas a partir de ciertas horas para ser consumidas en la vía pública o la necesidad de aumentar la presencia policial para garantizar su cumplimiento. "Hay que mejorar la policía porque hay pocos agentes", dice Farjas.