Los inversores gallegos que denunciaron al FROB y a NCG por haberles "engañado" en su entrada en el capital del banco presentaron cinco demandas, cuatro asumidas por juzgados coruñeses y la quinta por uno madrileño. Las cuatro primeras ya tienen sentencia, dos favorables a los demandantes, que obligan a devolver un total de 18,5 millones de euros -más intereses- a distintos empresarios gallegos, y otras dos contrarias a los inversores, que reclamaban los más de 45 millones que pusieron en la entidad financiera gallega.

Los dos fallos favorables fueron emitidos por el mismo juzgado, el de Primera Instancia número 1 de A Coruña, que dio la razón a los demandantes y anuló los contratos de venta de acciones. La juez entendió que tanto Novagalicia como el FROB ocultaron a los inversores la situación de quiebra en que se encontraba el banco con el fin de que los empresarios no abandonasen su plan de participar en la entidad. Los beneficiados por esas dos sentencias son Gadisa, Inveravante (del empresario coruñés Manuel Jove), Ranebe 2003, Rodman, Santiago Rey Fernández-Latorre y José Luis Vázquez Mariño.

Fallos desfavorables

Las dos resoluciones desestimatorias afectan a una inversión de más de 45 millones. Los 25 millones de Manuel Añón -con sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 2- y los casi 20 de un grupo de empresarios liderado por Hijos de Rivera, por resolución del Juzgado de Primera Instancia Número 5. Ambos fallos consideran inversores cualificados a los demandantes y entienden que tenían forma de saber cuál era la situación real de Novagalicia Banco en el momento en que decidieron entrar a formar parte de su capital.