Los precios de la gasolina y del gasóleo han evolucionado de forma dispar esta semana. Mientras el litro de gasóleo se encareció un 0,29%, el de gasolina bajó un 0,17%, manteniéndose el coste de ambos por encima del euro. En concreto, el litro de gasóleo pasó a costar una media 1,050 euros, mientras que el de gasolina se sitúa en 1,182 euros.

Estas variaciones no impidieron que los carburantes sigan con sus precios más bajos en estas fechas en los últimos seis años, de modo que los conductores que llenen su depósito obtendrán un ahorro de más de siete euros con respecto a hace un año. A principios de julio del año pasado, el precio medio del gasóleo era de 1,177 euros el litro y de 1,325 euros el de la gasolina, un 10,7% en ambos casos más caros que los actuales.

De esta manera, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta actualmente 65 euros, unos 7,8 euros menos que hace un año, mientras que en el caso del gasóleo el coste se sitúa en 57,75 euros, unos siete euros más barato.

Es previsible que esta diferencia en el precio con respecto a hace un año se mantenga a lo largo del verano, ya que en el periodo estival de 2015 el precio del litro de gasolina se mantuvo en torno a los 1,3 euros y el del gasóleo por encima de los 1,1 euros.

Los precios actuales de los carburantes corresponden a una cotización del petróleo Brent ligeramente inferior a los 50 dólares el barril, nivel que se mantuvo en las últimas semanas. En 2015 por estas fechas, el barril de crudo se comercializaba a 62 dólares.