El inspector del Banco de España José Antonio Casaus aseguró ayer ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga la salida a Bolsa de Bankia que la entidad era "inviable", aunque contaba con provisiones ante deterioros. Casaus ratificó su declaración de julio de 2014, y contraria a la del resto de testigos del Banco de España que declararon ante el juez y sostuvo que Bankia era "una máquina de perder dinero".

Representantes del supervisor bancario y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) defendieron durante la última semana de julio su papel durante la salida a Bolsa, y que la entidad disponía de provisiones de sobra, algo que reconoció el inspector, según fuentes jurídicas. Un informe de 2010 se advirtió a la jefatura del Banco de España "de la inviabilidad de todo el grupo", y de que la salida a Bolsa no era una solución para los problemas de la entidad, que eran "muy graves".