La década comprendida entre 2006 y 2015, marcada por los efectos destructores de la Gran Recesión (2008-2014), ha amplificado la brecha de desigualdad económica entre las comunidades autónomas, la divergencia en la generación de riqueza que existe entre los territorios más pujantes y los menos dinámicos. La mitad del país ha retrocedido en este tiempo respecto a la media nacional, y cede más terreno frente a la otra mitad que lideran Madrid y el País Vasco.

Galicia ha ascendido al bando de los ganadores, acercándose a esa parte más próspera de España y sobrepasa por primera vez a Asturias, si bien las pensiones y otras prestaciones sociales siguen sujetando la posición de renta de los hogares asturianos. En el ascenso sin embargo tiene mucho que ver la población, que es el divisor de la renta para calcular la renta per cápita. Galicia perdió 8.200 habitantes en los últimos diez años, un 0,2%, hasta cerrar 2015 con 2.725.200. España sin embargo incrementó la cifra en dos millones de personas, un 4,6%, hasta los 46,4 millones. Al comportamiento dispar de la población -que en España aumenta el número por el que dividir el PIB y en Galicia lo reduce-, la economía ha tenido un comportamiento parejo en ambos casos, con un crecimiento del 6,7% en España, hasta algo más de un billón (1,075) de euros y del 6,9% en Galicia, hasta los 55.820 millones.

La caída de población se concentró en Galicia en los años de la crisis. La comunidad alcanzó en 2010 su cifra récord de población, con 2.771.800 habitantes (el de PIB fue en 2008, con 58.583 millones). Desde 2010, el PIB se redujo un 2,1%, hasta los 55.820 millones de euros. Y Galicia perdió un 1,7% de la población, nada más y nada menos que 46.600 habitantes, una media de 9.320 por año, hasta. En el mismo periodo, el conjunto de España redujo su población en 155.300 personas, con lo que Galicia concentra un tercio de todo el retroceso poblacional de España.

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Asturias está en la séptima posición del ranking de renta disponible bruta de los hogares, por detrás de País Vasco, Madrid, Navarra, Cataluña, Aragón y La Rioja, y por encima de la media estatal. Galicia, con una de las pensiones medias más bajas de España, tiene una renta disponible per cápita inferior, y menor al promedio nacional; está en la undécima posición, superada además de por las siete primeras por Baleares, Castilla y León y Cantabria.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de actualizar los datos de contabilidad regional de España, que reflejan el desempeño económico de las autonomías a través de indicadores como el producto interior bruto (PIB) por habitante. Conocido también como renta per cápita, este cociente no informa en realidad de la renta que reciben los ciudadanos, sino de la generación de actividad económica, al poner en relación el valor de los productos y servicios de un territorio y el tamaño de su población. Los últimos datos conocidos y su evolución durante diez años arrojan resultados como los que se explican en las siguientes líneas.

EGalicia y España. El PIB por habitante de Galicia (20.556 euros) fue en 2015 equivalente al 88,4% de la media española. La comunidad está por tanto a algo más de 11,6 puntos de ese promedio nacional pero mucho más cerca de ella que en 2006, cuando la distancia era de 16 puntos. El comportamiento de Galicia se explica por la formidable evolución de su PIB entre 2006 y 2010, cuando la renta per cápita recortó distancias hasta alcanzar la mínima diferencia con España de la serie histórica, de 11,4 puntos. Entre 2008 y 2015, la pérdida acumulada fue en Galicia del 3,1%, frente al 5% nacional. La menor divergencia con el conjunto de país radica en que el hundimiento de la actividad económica no fue tan profundo en Galicia y que tanto la crisis como la recuperación llegaron más tarde. A esto se une además una caída de población abruptísima.

EGalicia y Asturias. Asturias ocupa el puesto duodécimo entre las diecisiete autonomías en PIB por habitante, la misma posición que diez años atrás, aunque con algunas variaciones respecto a las comunidades que están inmediatamente por delante y por detrás. En este tiempo pasó a ser, en términos de PIB per cápita, más rica que Canarias, pero más pobre que Galicia. Este último salto es el más reciente: desde 2013, la comunidad gallega de adelantó al Principado, algo inédito en todos los años precedentes hasta donde llegan las cuentas oficiales que son públicas. Con algunos problemas comunes (la posición periférica, el envejecimiento demográfico o las dificultades del campo), Galicia y Asturias se han desenvuelto de manera diferente tanto durante la Gran Recesión como en la recuperación del crecimiento. La economía gallega ha resistido mejor en términos de PIB y también de empleo (Asturias perdió el 22% de la ocupación entre 2008 y 2014 y Galicia, el 17%, según la Encuesta de Población Activa). La tasa de paro gallega (16,35% en el tercer trimestre de 2016) es ahora ligeramente inferior a la asturiana (17,05%).

EGalicia y Madrid. El ranking de riqueza está encabezado, como hace diez años, por Madrid, donde el PIB generado por habitante es un 36,7% superior a la media nacional y está el 54,7% por encima del indicador gallego de riqueza. Esa distancia se ha reducido (era del 59% en 2006), sobre todo por la pérdida de población La renta (PIB) gallega creció en esos un años un 7%, hasta los 55.820 millones, pero la de Madrid lo hizo un 12%, hasta 202.965 millones. A esto se unió que en ese periodo Madrid ganó un 6,6% de población (divisor en la cuenta de la renta per cápita) y Galicia perdió un 0,2%.

La comunidad madrileña lidera el grupo de autonomías consideradas ricas y del que forman parte también el País Vasco (132,8% de renta per cápita), Navarra (125,4%), Cataluña (119,1%), Aragón (110%), La Rioja (108,8%) y Baleares (104%). Todas ellas mejoraron respecto a la media española durante la última década, con la excepción de Baleares. Las últimas posiciones son para Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia y Canarias.

El comportamiento del PIB deja ver que la España más dinámica sigue por tanto altamente concentrada en el eje que desde el País Vasco hasta Cataluña integra las autonomías del valle del Ebro y conecta la parte más oriental del Cantábrico con el Mediterráneo. La excepción más relevante es Madrid, que favorecida por el poder de atracción de su condición capitalina, ha aumentado la distancia económica respecto a Cataluña. Galicia, en la undécima posición de España en términos de riqueza por habitante mantiene esa misma posición en la ranking de renta disponible bruta de los hogares, con 13.098 euros por habitante. La relación es similar a la de la renta sólo que Galicia supera en este ranking a Comunidad Valenciana y es superada por Asturias, gracias al peso que las pensiones y subsidios de paro tienen allí.