Red Eléctrica de España (REE) ha iniciado los contactos con los ayuntamientos afectados por la línea de alta tensión que conectará Abegondo con Eirís y atravesará media comarca para reforzar el suministro eléctrico en el norte de la provincia coruñesa. El proyecto que el Ministerio de Industria prevé para 2019 incluye una subestación de nueva construcción en Abegondo -en un lugar aún por decidir pero bastante definido- con un transformador que permitirá conectar esta nueva línea de 220 kilovoltios (kV) de tensión y doble circuito con la de 400 kV que comunica Mesón do Vento (Ordes), As Pontes y Xove (Lugo).

De esa nueva subestación partirá la línea de 220 kV de tensión y un total de 29 kilómetros de longitud que pasará por Abegondo, Carral, Culleredo, Arteixo, Cerceda y A Coruña, hasta enlazar con la subestación de Eirís. El 41% de la línea, un total de 12 kilómetros, estará soterrado y comprende el municipio coruñés y parte de Culleredo (en un área entre el Club de Golf y Augas Mansas, A Zapateira). Fuentes de REE explican que la legislación determina el soterrado en estas áreas urbanas y el coste y el impacto del enterramiento en áreas rurales sería mayor que el aéreo.

El proyecto forma parte de la Planificación de la Red de Transporte de Electricidad 2015-2020 aprobada por el Consejo de Ministros en octubre de 2015, y el Ministerio de Industria sitúa su finalización para 2019, aunque la tramitación de estos proyectos es compleja por la multitud de organismos que intervienen y la afección de distintos territorios, con lo que el plazo de conclusión está por definir.

Red Eléctrica es la empresa semipública encargada de operar y construir la red de transporte de electricidad -siempre en alta tensión- entre las centrales de generación y las redes de las distribuidoras como Gas Natural Fenosa y es quien asume la ejecución de esta obra. El proyecto inicialmente presupuestado en unos 60 millones costará en torno a noventa.

De momento, el proyecto está en la fase de consultas previas, durante la que Red Eléctrica señala los grandes corredores y las combinaciones de los mismos por las que puede discurrir la línea. Se trata de amplios pasillos que en algunos tramos comprenden cientos de metros de ancho, aunque luego, el trazado con sus servidumbres o calles de seguridad no ocupe más que unas decenas de metros. Esos pasillos, detallados en la ilustración que acompaña este texto, tocan actualmente el monte Xalo. Una de las alternativas pasa por bordearlo hasta acercarse al embalse de Meirama y la otra, lo circunda por la parte norte del monte, rodeando la urbanización O Castelo, en la confluencia de Cerceda, Culleredo y Carral.

El Ministerio de Medio Ambiente elabora ese documento de consultas previas que reparte entre los organismos afectados por la obra para que estos contesten. Entre ellos están los ayuntamientos afectados, que dan su opinión y definen los condicionantes que a su juicio tendrán los trabajos.

El Ministerio es el encargado de estudiar toda esa información y responder a esas consultas con otro documento que abre la puerta a la siguiente fase, el estudio para expedir la Declaración de Impacto Ambiental. Medio Ambiente detalla en ese informe de contestación a las consultas previas las características que debe cumplir el trazado, qué elementos de patrimonio natural o cultural debe respetar y cómo elaborar el estudio de impacto ambiental.

Red Eléctrica se encarga de redactar el estudio ambiental y espera terminarlo a finales de este año. Será entonces cuando plantee la o las propuestas de trazado, la justificación de cada una de ellas -en función de la afección de viviendas y patrimonio- ante el Ministerio de Medio Ambiente, que es el organismo encargado de determinar si concede la declaración de impacto ambiental y permite ejecutar la obra y en qué condiciones.

Los ayuntamientos y entidades que se consideren afectadas tendrán en esa fase un periodo de un mes para presentar alegaciones.

La delegación de Red Eléctrica en Galicia ha tomado contacto ya con los concellos de A Coruña, Culleredo, Carral, Abegondo y Cerceda y algunas agrupaciones sociales para exponerle el proyecto y los corredores que entiende factibles para alejarse lo más posible de viviendas, del patrimonio natural y cultural, del Camino de Santiago y salvaguardar las zonas protegidas, pero reconoce que se trata de una zona "muy poblada" en la que además confluyen "muchas infraestructuras".

Ubicación para la subestación

La obra se considera una actuación estructural que permitirá descargar la subestación de Mesón do Vento, un nudo con nueve líneas y dos transformadores del que actualmente depende todo el abastecimiento a la ciudad y sus alrededores, y evitar apagones como el que en abril de 2013 dejó sin luz a unos 90.000 coruñeses.

Red Eléctrica trabaja también con tres ubicaciones posibles para instalar la subestación de Abegondo, que ocupará algo más de cuatro hectáreas, pero se decanta por una de ellas, dado que es la que permite alejarla más de las viviendas existentes. Según fuentes de la compañía, el cierre que tendría la subestación se encuentra a 225 metros de la casa más próxima, por lo que han establecido contacto con propietarios de los terrenos susceptibles de albergar la instalación de cara a cerrar un acuerdo. La ubicación definitiva sin embargo la decidirá la declaración de impacto ambiental.

El trazado definitivo, todavía por definir, no tocará el embalse de Cecebre ni espacios naturales protegidos, pero sí tendrá incidencia sobre terreno incluido en la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo y a montes vecinales mancomunados. La declaración de impacto ambiental establecerá sin embargo medidas correctoras.

El pasado mes de febrero se constituyó una plataforma vecinal contra la línea que cuestiona su utilidad, dado que la obra pretende mallar la red en el entorno de la ciudad de A Coruña. Red Eléctrica siempre defiende que la interconexión de sus tendidos entre sí y con Francia y Portugal beneficia a todos los clientes eléctricos y abarata los costes.