Las centrales hidroeléctricas de las comarcas de Fisterra y A Costa da Morte que Ferroglobe quiere vender a pesar de que la concesión con que las explota lo prohíbe expresamente generaron durante el primer trimestre de este año un 14% de los beneficios antes de impuestos obtenidos por la compañía, 3,9 millones de euros de un total de 27,5 millones (30,9 millones de dólares), según los resultados del primer trimestre de la multinacional en la que se integró la española Ferroatlántica en 2015 y que acaban de ser publicados en Londres. La firma excluye sin embargo la aportación de lo que denomina la división energética " non-core" (no estratégica) de sus cuentas consolidadas, ya que los considera activos en venta, pero detalla su contribución al beneficio operativo.

Ferroglobe cerró el primer trimestre con unas pérdidas de 7,1 millones de euros (8 de dólares), debido a la caída del volumen de ventas de las ferroaleaciones. El resultado operativo, el Ebitda (ganancias antes de impuestos, intereses y depreciaciones, por sus siglas en inglés) se multiplicó por más de tres, un 257%, al pasar de los 6,67 millones de euros (7,5 millones de dólares) del último trimestre de 2016 a los 23,6 millones de euros (26,6 en dólares) registrados entre enero y marzo. Eso sin contar los activos en venta.

La Ebitda de las centrales, según estas cifras, fue de -889.000 euros en el último trimestre del año pasado, en el que el resultado operativo global con su aportación habría caído de 6,67 millones a 5,87. Entre enero y marzo pasados, añadiría sin embargo 3,9 millones, con lo que el balance de ambos periodos sería positivo porque en lugar de triplicar el Ebitda, Ferroglobe lo cuadruplicaría, con un incremento del 368%, la cifra que de hecho destacó el presidente de la firma, Pedro Larrea, en la presentación de resultados.

Estos números contrastan sin embargo con el principal argumento que los directivos de Ferroglobe utilizan en España para defender la venta; que las centrales hidroeléctricas (las más productivas son las seis gallegas aunque también se incluyen las aragonesas) no son rentables ni aportan los volúmenes de beneficio que generaban antes. Sostiene la multinacional que el año pasado, las centrales generaron un resultado de explotación de 2 millones frente a los 10 de las ferroaleaciones y en 2015 -el año más seco de los últimos ocho y con la primavera menos lluviosa de los últimos 25- aportaron 6 millones por los 28 de las fábricas.

285 millones en diez años

El grupo parlamentario En Marea denunció ayer, tras estudiar las cuentas de Ferroatlántica en la última década, que el grupo Villar Mir miente sobre las cifras y que en los últimos diez años ganó 285 millones con la producción hidroeléctrica en Galicia que, advierte, no revirtió en sus instalaciones gallegas. El portavoz de En Marea, Luis Villares, y el diputado Francisco Casal revelaron que en 2002, la firma recibía una prima de 95 euros por megavatio que se suprimió desde entonces, cuando empezó a cobrar 50 euros. Las centrales generan unos gastos de explotación de 11 millones de euros al año, una cifra "desproporcionada" que atribuyen al pago de 9,5 unos millones a Energía Villar Mir por una "gestión financiera". Esta cifra y la armortización del arrendamiento financiero o leasing realizado por Ferroatlántica sobre las centrales se carga en su cuenta de resultados, lo que En Marea califica de "expolio" por disfrazar la realidad. Villares y Casal recordaron además como denunciaron ya los trabajadores que el leasing firmado en 2002 sirvió para construir Torre Espacio, vendida por 558 millones de euros.