En medio de posiblemente el junio laboralmente más conflictivo en Galicia y A Coruña por la coincidencia de las huelgas del transporte, la estiba, el metal y hasta los examinadores de autoescuelas, la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) conmemoró ayer sus 40 años de historia, que se cumplen el día de San Juan. El acto quiso honrar a los pequeños y medianos empresarios de la provincia, a las más de sesenta organizaciones empresariales representadas en ella, a quienes formaron parte de las diversas directivas y especialmente, a sus primeros presidentes; José Pablo Rodríguez-Mantiñán, líder fundacional, entre 1978 y 1984, y a José Freire Vázquez, que le relevó y se retiró en 2000 con 76 años y dio paso al que entonces era presidente de la patronal de la construcción. Antonio Fontenla Ramil supera este 2017 a su antecesor como el presidente de la patronal coruñesa con el mandato más largo; de hecho, el cuarto se inició el año pasado y si no hay sorpresas concluirá en 2020, con lo que Fontenla habrá sido el portavoz de los industriales coruñeses durante 20 años, prácticamente la mitad de la historia de la CEC.

El presidente de los empresarios coruñeses aprovechó el aniversario para presumir del liderazgo económico de la provincia, "la más importante de Galicia", con mayor tasa de actividad, mayor capacidad para generar puestos de trabajo "y contribuir al Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad y a la Hacienda nacional". "En la que ha sido posible el desarrollo de una de las multinacionales más importantes del mundo", añadió en referencia a Inditex, motor económico de la comarca. Fontenla destacó cómo la organización que preside ha tenido "como bandera" la defensa de los "legítimos intereses empresariales de A Coruña" y abogó por "aumentar el número de empresas que exportan" y mantener las inversiones en "infraestructuras estratégicas como el AVE, y la conexión del noroeste peninsular con el Corredor Atlántico Transeuropeo de mercancías ferroviarias y marítimas".

"Un consenso envidiable"

Durante la celebración, que fue copresidida por el líder del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo; el presidente de la Diputación Provincial, Valentín Formoso, y el presidente de la patronal de pymes Cepyme, Antonio Garamendi, Fontenla defendió la "unión empresarial" que siempre caracterizó a la confederación coruñesa. "Somos una organización que se ha fortalecido con el paso del tiempo, se ha convertido en una envidiable muestra de consenso y estabilidad y cuenta con un horizonte próspero. Nuestra historia ha supuesto el triunfo de la libre empresa y de la economía de mercado frente a los maximalismos", dijo sin hacer ninguna referencia a las otras organizaciones provinciales gallegas con las que A Coruña ha mantenido unas complejas relaciones en el seno de la patronal gallega, especialmente desde que abrió un nuevo enfrentamiento cuando casi por sorpresa la coruñesa presentó al único candidato a presidirla, en enero pasado, Antón Arias Díaz-Eimil.

Entre los cerca de 200 asistentes que la CEC reunió en el Pazo de Mariñán acudieron el presidente de Gadisa, Roberto Tojeiro; el de Egasa, José González; la directora de Relaciones Institucionales de Vegalsa, Gabriela González, el presidente y director de Mutua Gallega, José Fariña o el presidente de Abanca, Javier Etcheverría, entre otros empresarios. Además de los delegados de grandes grupos asentados en la ciudad, como el director de la Zona Norte de Carrefour, Francisco Hipólito; el director de Gas Natural, Manuel Fernández Pellicer; el director de Repsol, Javier Sancho, y el director general de Banco Sabadell Gallego, Pablo Junceda.