El crecimiento de la economía gallega en los últimos meses se traslada muy lentamente al mercado laboral, lo que provoca que Galicia esté aún muy lejos de alcanzar los niveles de empleo previos a la crisis. La comunidad tiene actualmente 985.448 afiliados a la Seguridad Social, un 6,5% menos (con la pérdida de 69.233 cotizantes) que a cierre de 2008, cuando Galicia sumaba 1.054.681 ocupados. Pero dentro de estas cifras, uno de los datos más preocupantes es el de los trabajadores extranjeros, que acumulan un descenso del 22% (9.314 menos) en la autonomía desde el inicio de la crisis, una situación que apenas ha mejorado en los últimos años de recuperación. Los profesionales de otros países que cotizan en Galicia pasaron de rozar los 42.000 a finales de 2008 a los 32.641 del cierre del pasado ejercicio, lo que supone esa caída del 22%, una tasa que casi cuadriplica la bajada de los afiliados en el conjunto de la comunidad, según los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

El inicio de las dificultades económicas hace ya más de nueve años provocó que muchos profesionales extranjeros que habían llegado a Galicia en busca de una oportunidad laboral decidiesen regresar a su país de origen o se quedasen en la comunidad en una situación económica delicada. La lenta recuperación de los afiliados extranjeros (en 2017 aumentaron en 2.691 respecto a 2016) demuestra la debilidad del mercado laboral gallego, que no es capaz de incorporar profesionales autóctonos y, por tanto, tampoco suma trabajadores de otros países. Al ritmo del año pasado (la cifra más alta desde que en 2015 comenzó la recuperación de este grupo de cotizantesrecuperacióncotizantes), Galicia tardará aún tres años y medio más en alcanzar los niveles de afiliación extranjera de finales de 2008.

El balance gallego es mucho más negativo que el del conjunto del Estado, que contabiliza 100.700 afiliados menos a la Seguridad Social (pasó de 1.938.632 a 1.837.901), lo que supone un descenso del 5,2% respecto al inicio de la crisis. La tasa de la comunidad gallega más que cuadriplica en este caso la registrada en el conjunto del Estado.

La colonia más numerosa de trabajadores extranjeros en Galicia es la formada por portugueses, con más de 7.200 afiliados a la Seguridad Social, una cifra un 38% inferior a la de finales de 2008, cuando sumaba más de 11.700 profesionales. La segunda más importante procede de Rumanía, con 2.867 ocupados en la comunidad, y es de las pocas que registran alzas en el número de empleados en el mercado laboral gallego. La tercera posición la ocupa Brasil, con 2.023 afiliados, frente a los más de 3.600 de finales de 2008, lo que supone un descenso del 44%.

Los profesionales extranjeros se topan en Galicia con el mismo problema que los autóctonos: la falta de oportunidades. De hecho, la última Encuesta de Población Activa (EPA) reveló que la mayor parte del descenso del desempleo durante 2017 se debió más a la emigración y al descenso de la población gallega en edad de trabajar que a la creación de nuevos empleos.