Una de las principales referencias de la arquitectura gallega y uno de los máximos expertos en urbanismo, Manuel Gallego Jorreto, considera que uno de los pocos aspectos positivos de la actual crisis económica es que puede suponer una "reorientación" del sector de la construcción que había "degenerado" hacia lo "especulativo".

Este Premio Nacional de Arquitectura y reciente Medalla de Oro del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España defiende además una planificación urbanística de los concellos que esté coordinada a nivel autonómico. "Debía de haber una coordinación entre los ayuntamientos desde la Xunta. Ya se habló de hacerlo en los años setenta y tarde o temprano se hará", asegura.

Gallego Jorreto está al tanto de los proyectos urbanísticos que se planifican o ejecutan en la comarca y uno de los casos más polémicos y recientes es el de la urbanización de O Piñeiro en Miño donde se pretenden construir más de 700 viviendas entre dos playas y una marisma, a pesar de que a escasos metros existe una urbanización de 1.200 casas a medio construir y medio vacía.

Este arquitecto considera que esta forma de urbanismo no genera un "beneficio social", no produce riqueza pero favorece la especulación. Urbanizaciones como la de Miño además suponen la "destrucción" de la costa, como ocurre ya en la mitad del litoral gallego. "No es razonable este desequilibro tan brutal, una costa que se está destruyendo y un interior de Galicia despoblado", subrayó.

La otra gran urbanización proyectada en la comarca es la del sector de Xaz en Oleiros, también con unas 700 viviendas y un campo de golf. "Los campos de golf muchas veces funcionan como señuelo para crear al lado urbanizaciones y también se aprovecha para transformar el suelo de rústico en urbanizable, se justifica un uso especulativo del suelo y se busca un beneficio rápido", expone.

Este catedrático de la Universidade de A Coruña considera que el urbanismo se ha convertido en los últimos años en una "lucha partidaria", que genera conflictos en lugar de buscar el beneficio del ciudadano. "Hay que tener más cultura urbanística y no utilizarla de forma partidaria, el urbanismo debe ser un espacio de convivencia", añade.

Manuel Gallego también opina que las sentencias judiciales que anulan licencias y por lo tanto implican derribos de construcciones, como es el caso del edificio Conde de Fenosa en A Coruña, "deben cumplirse" siempre aunque en este caso concreto duda de que se ejecute. Recalca no obstante que en estos casos siempre tiene que haber unos responsables, alguien que pague. "Que se personalice, que no se diluya la responsabilidad", apunta.

El Plan de Ordenación do Litoral (POL) que tramita la Xunta es para Gallego Jorreto "un cierto avance en términos generales porque plantea el paisaje como elemento a proteger" pero critica que sea tan genérico e incluya tantas excepciones que en la práctica permiten edificar en zonas que se deben proteger.