Nunca deben ser un regalo y mucho menos, por sorpresa. Asociaciones ecologistas y protectoras de animales critican que las mascotas se conviertan en regalos al llegar la Navidad y advierten de que dejar un perro o un gato bajo el árbol por Reyes se traduce, en muchas ocasiones, "en animales que son abandonados a los pocos meses". "Una vida no es un regalo, los animales son seres vivos y no tienen precio", señala la presidenta de la protectora coruñesa Gatocan, Beatriz Martín. "Da igual Navidad que en otra fecha, las mascotas nunca pueden ser un regalo. Tener un perro debe ser una decisión bien meditada que toma quien va a ser su propietario, no un regalo sorpresa", añade la secretaria de la Asociación Protectora de Animales Abandonados del Noroeste (Apadan), Ana Pardo.

Tener un animal de compañía no es una decisión que pueda hacerse a la ligera. Por ello, las protectoras sostienen que es algo que solo pueden tomar quienes vayan a convivir con la mascota. El animal como regalo es algo que no conciben, por tanto, en ningún caso: ni aunque el receptor sea un declarado animalista ni aunque el niño lleve años deseando tener un perro. Una filosofía que trasladan a cada una de sus acciones. "Entre las condiciones que ponemos a la hora de adoptar a los perros que tenemos en el refugio es que tiene que venir a escogerlo la persona que vaya a vivir con él, su propietario. No nos sirve unos hijos que lo quieren para sus padres, no aceptamos que sea para regalar", explican en Apadan.

¿Qué hay que meditar antes decidirse a tener un animal de compañía? Las asociaciones lo tienen claro: el grado de responsabilidad y compromiso que se está dispuesto a adquirir. "Las mascotas no son objetos, no llevan vale de cambio, son seres vivos de los que responsabilizarse a lo largo de muchos años", señalan en Ecologistas en Acción. "Hay que pensar que se trata de un compromiso para toda la vida y que, aunque dan muchas satisfacciones, tener un perro o un gato supone también gastos y obligaciones", indica Beatriz Martín. Una idea que comparten en Apadan. "Es un ser vivo, no un jersey u por tanto tiene unas necesidades básicas que hay que cubrir durante un mínimo de 10 o 15 años", señala Ana Pardo, quien recuerda que dependerán siempre de su dueño.

Pero la teoría no siempre se lleva a la práctica. "En el periodo navideño las ventas de animales se disparan, todavía son muchas las personas que piensan que colocar un cachorro por sorpresa bajo el árbol es una buena idea", señalan Ecologistas en Acción, donde recuerdan que un estudio revela que hasta un 25% de españoles ha recibido un "animal como regalo sin conocimiento previo".

Una decisión que no siempre sale bien. "Hay animales que han llegado como un regalo y que viven bien, pero es cierto que a lo largo del año recibimos llamadas o correos de personas que quieren deshacerse de su perro -que en su día fue un regalo- y traerlo a la protectora", señala Ana Pardo. "Jamás deben ser un regalo y nunca sorpresa porque así a los 6 meses vemos casos de perros tirados en la calle, que llevan a las perreras o a las protectoras", añade Beatriz Martín.

El problema radica, en la mayoría de las ocasiones, en que tener mascota no era tan sencillo como creían. "No se trata solo de darle de comer, sacarlo a pasear y darle afecto. Un perro es un miembro más de la familia que tiene unos gastos como el veterinario y al que hay que dedicarle tiempo, educarlo para que sepa hacer sus necesidades en la calle, sepa estar solo en casa, tratar con otros perros, ir con la correa, etc.", señalan en Apadan.

Y para quienes tras meditarlo detenidamente decidan tener un perro o un gato, las asociaciones apuestan siempre por la adopción antes que la compra. "A la vista de la cantidad de animales en busca de hogar, resulta una obscenidad comprar un cachorro (...). La adopción es una opción mucho más lógica, ética, justa y económica", señalan en Ecologistas en Acción, donde recuerdan que también los "costes" son mucho menores que en una compra. "La mayoría de los animales ya han sido esterilizados con lo que se evita que nuevas camadas aumenten el problema. Además las personas a cargo de los refugios pueden asesorar mejor sobre el carácter y necesidades de los animales para realizar una mejor elección", indica esta ONG. "Estamos en contra de la compra porque qué importa de qué color o raza es el perro, lo importante es su carácter y que se ajuste a las necesidades y el ritmo de vida de sus futuros propietarios", indican en Apadan.

Además, tanto las ONG como las protectoras alertan del lado oscuro de alguna venta de animales. "Hay criadores ilegales que tienen a hembras en verdaderos antros, pariendo de forma continua", señalan desde Gatocan. "Existe un entramado comercial donde algunos criaderos se convierten en verdaderas fábricas de mascotas perfectas, orientadas únicamente al beneficio. Si un cachorro no es sugerente para atraer a la posible clienta, podría ser desechado", advierten en Ecologistas en Acción.

Los interesados en adoptar un perro o un gato deben acudir a cualquiera de las protectoras que ofrecen este servicio en A Coruña. Una vez allí, el protocolo habitual es realizar una pequeña entrevista a los futuros propietarios -sobre el tipo de vivienda en la que residen, si tienen niños o no, horarios de trabajo, etc.- tras los que los responsables de la protectora orientan sobre qué tipo de animal es el que más sea adecua a esa familia. "Después ellos pueden elegir entre los que hay disponibles aunque muchas veces son los animales los que los eligen a él", señalan en Gatocan. Una vez elegido el can se firma un contrato de adopción con una serie de condiciones a cumplir por parte del dueño.