Contratos precarios para los médicos sustitutos, agendas masificadas, empobrecimiento de la actividad asistencial, falta de autonomía... Estos son algunos de los problemas que afectan a la sanidad pública gallega que ayer denunciaron el Consello Galego de Colexios Médicos y las tres sociedades científicas de Atención Primaria de Galicia (Agamfec, SEMG y Semergen). Su diagnóstico lo hicieron público tras confeccionarlo en una reunión conjunta de los colegios de médicos de Galicia con las sociedades científicas. En ese documento, que también se remitió a la Consellería de Sanidade, identifican los principales problemas del servicio de Atención Primaria en la comunidad autónoma, nivel asistencial que lo consideran "clave para una asistencia pública de calidad, eficiente y cercana al ciudadano". Aseguran que el estado del servicio en Galicia "revela un deterioro evidente de las condiciones básicas de atención al paciente".

Como "carencias" en la política de recursos humanos que practica el Sergas, los colegios de médicos, presididos por Luciano Vidán, y las tres sociedades científicas señalan los "contratos precarios" destinados a los facultativos llamados a realizar las sustituciones en los centros de salud -"los contratos de sustitución se han reducido al mínimo y los que se realizan se hacen en precario", sostienen-, así como la existencia de "agendas masificadas" para atender a los pacientes, que además no están adaptadas a la "complejidad" que requiere la atención a los enfermos crónicos ni permiten disponer del tiempo necesario para una asistencia de calidad.

También reprochan la brecha que separa unas zonas de otras en Galicia en cuanto a su capacidad resolutiva, de forma que mientras en unos centros de salud los facultativos tienen más medios y pueden encargar directamente pruebas complementarias para acertar en el diagnóstico, en otros solo les queda el recurso de la derivación al especialista. "Hay grandes diferencias territoriales", denuncian.

El Consello Galego de Colexios Médicos y las tres sociedades científicas reprochan además la ausencia de incentivos para la formación de nuevos especialistas de familia, lo que a medio plazo se traducirá en un problema para la asistencia. En esta línea, las quejas llegan también porque no se "fidelizan", con contratos de mejor calidad, a los médicos de Atención Primaria.