España redujo en un 2,4% el desperdicio de alimentos en 2015, si se compara el resultado del último semestre del año con el de 2014, según explicó esta semana el director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Burgaz, quien destacó que se desperdician un total de 7,7 millones de toneladas de alimentos al año, de los cuales 1,36 corresponden a los hogares, lo que supone en torno al 40% del total de productos que se desperdician. Burgaz alertó de que la "magnitud" del problema del desperdicio de alimentos en España es "enorme", pero también lo es a nivel mundial. En todo el mundo, un tercio de la comida acaba en la basura.

Si en España en torno a un 40% de los alimentos desperdiciados procede de los hogares, el resto tiene su origen en la industria (39%), del comercio (5%) y de la restauración (14%), según los datos que aportó el responsable de prensa de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), Ángel Franco. Del total de alimentos que entran a los hogares españoles, un 4% va a la basura. La mayoría de alimentos despilfarrados (un 80%) son alimentos sin procesar, es decir, productos comprados y que después ni siquiera son utilizados, mientras que el resto (20%), son alimentos ya procesados o restos, señaló Burgaz.

Expertos en alimentación reunidos el pasado martes en la sede del Consejo Económico y Social coinciden en que la "clave" para atajar este problema reside en concienciar al consumidor. Ángel Franco apuntó que es en el hogar "donde hay que incidir", para que la gente "aprenda a comprar, a consumir y a reutilizar". Coincide con él la directora de Competitividad y Sostenibilidad de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Paloma Sánchez, quien consideró que la solución está en "informar adecuadamente al consumidor".

La coordinadora de Alimentación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Gemma Trigueros, estimó conveniente que la sociedad española realice un "examen de conciencia". Trigueros advirtió de que un 72% de los encuestados en el último estudio de la OCU reconocía "tirar comida a la basura" por "la falta de organización en la compra". Por este motivo, la coordinadora de la organización recomienda a los consumidores que "compren lo que vayan a necesitar" y "que lo más reciente sea lo más tardío en consumir".

Además, Trigueros aconseja a los consumidores que no se dejan llevar por los mensajes de los establecimientos, que lleven una lista de la compra y que no tengan tan en cuenta la "estética" del producto.