Aunque en las dos últimas semanas analizadas por la Consellería de Sanidade la actividad gripal mantuvo una tendencia "estable", en quince días el número de fallecidos con la enfermedad diagnosticada sumó casi medio centenar de víctimas más. Solo durante la semana que culminó el día 11, hasta donde llegan los datos facilitados por el Sergas, la lista de decesos la engrosaron otras 23 personas, lo que se traduce en un total de 130 fallecimientos desde el inicio de la temporada, en octubre.

Seis vidas más y la cifra de fallecidos alcanzará la misma que la registrada durante toda la temporada pasada, cuando se batió un récord con 136 muertes (notificadas, porque se calcula que la incidencia de la enfermedad es mayor). En todo caso, el récord que se ha batido ya es el de hospitalizaciones. Un total de 2.508 ciudadanos han precisado ser ingresados por complicaciones derivadas de la enfermedad, un 28 por ciento más que todos los que requirieron cama durante la temporada anterior, cuando no llegaron a los dos mil.

Solo en los siete días analizados por el boletín difundido ayer otros 367 pacientes precisaron ingreso en planta, mientras que al cierre de la edición del informe permanecían bajo supervisión en un hospital un total de 364 enfermos.