Ángel Boza, uno de los cinco componentes de La Manada en prisión, fue apartado el pasado mes de diciembre de la estancia que compartía en la cárcel de Pamplona con José Ángel Prenda y Jesús Escudero por participar en una paliza a un preso interno por abusar de una joven en un bar. Periodistas de El Programa de Ana Rosa aseguraron ayer que Boza tomó parte en la agresión junto a otros cuatro reclusos. La víctima es un joven musulmán que había ingresado recientemente en el penal. A raíz de este episodio, la dirección de la prisión decidió internar al miembro de La Manada en el módulo 4.

Boza, conocido dentro del grupo como El Aspirante, tiene antecedentes por delitos de robo con fuerza y contra la seguridad vial, ya que fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Los otros dos miembros de La Manada en prisión cumplen su pena de cárcel en Alcalá Meco.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, volvió a pronunciarse ayer sobre este caso tras sus polémicas palabras sobre el juez que emitió el voto particular. Catalá recordó que el Tribunal Supremo define los tipos sexuales como "laberínticos, excesivamente casuísticos y con defecto de origen" y apostó por reformar el Código Penal para garantizar una mayor protección de la libertad sexual de la mujer. Además, durante su intervención en el Senado, Catalá apostó por seguir trabajando por la formación y el establecimiento de una cultura que fortalezca una "una visión de género" en las actuaciones públicas y puntualizó que "no son las leyes las que dicen que una víctima ha tenido "regocijo o jolgorio" o que una víctima "cerró o no cerró bien las piernas".

Por otra parte, ayer se hizo público que una exdelegada del Gobierno para la Violencia de Género, la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española y tres catedráticas de derecho penal se incorporarán a la sección penal de la Comisión General de Codificación que analizará si es necesario actualizar la tipificación de los delitos sexuales en España, según informaron fuentes del Ministerio de Justicia. La sección está formada únicamente por 20 hombres, pero para este informe colaborarán de forma temporal cinco mujeres.

La polémica por la violencia hacia las mujeres salpicó también al fiscal general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, quien había defendido el movimiento #MeToo (iniciado por múltiples artistas de Hollywood que denunciaron cualquier tipo de acoso sexual o abusos sufridos a lo largo de su carrera), quien ha dimitido después de ser señalado en la prensa de violencia contra cuatro mujeres. Lo ocurrido representa un cambio sorpresivo en la trayectoria de este demócrata, gran opositor del presidente Donald Trump, y defensor en el ámbito judicial del movimiento #MeToo contra el acoso sexual en el ámbito profesional, nacido tras el escándalo del caso Weinstein. El fiscal negó las acusaciones, pero pese a ello decidió que debía dimitir del cargo.