El padre de Diana Quer, la joven desaparecida en agosto de 2016 y cuyo cadáver fue hallado en un pozo en diciembre del año pasado, esgrimió ayer los dos millones de firmas conseguidos en una campaña lanzada a través de internet hace diez días como muestra del "clamor popular" para frenar la derogación de la prisión permanente revisable, que se tramita en el Congreso. Juan Carlos Quer, acompañado del padre de la niña Mari Luz asesinada hace una década, alegó la necesidad de "proteger a la sociedad" y evitar otras tragedias similares para defender su propuesta. "No buscamos venganza, solo queremos seguridad para nuestros hijos", expuso.

Quer compareció ante los medios en la sede de la Escola Galega de Administracións Públicas antes de participar en una misa en A Pobra do Caramiñal y en un posterior homenaje a su hija, cuya muerte confesó haber causado José Enrique Abuín, alias El Chicle, en prisión a la espera de ser juzgado. A los actos asistirán el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva; y otras autoridades. Quer mostró su agradecimiento al "pueblo gallego" por su solidaridad. "Somos una sociedad buena, pero tenemos borrones", dijo.

Su intervención estuvo jalonada de recuerdos a otras víctimas previas para reforzar su petición de mantener un tipo de condena que diferenció de la cadena perpetua. "Hace falta legislar para no poner en la calle a pederastas y violadores en serie que semana tras semana atentan contra víctimas inocentes", dijo tras aludir al violador del estilete, detenido hace unos días acusado de un intento de violación después de haber recuperado la libertad tras las condenas por agredir sexualmente a decenas de mujeres. El propio Juan José Cortés, padre de Mari Luz, recordó que Santiago del Valle, condenado por el asesinato de su hija cuando esta tenía cinco años, "saldrá a la calle en tres, cuatro o cinco años" tras sumar ya una década en prisión. "¿Es justo?", se preguntó.

El asesinato de Diana Quer ha encendido el debate sobre la prisión permanente revisable, que entró en vigor en 2015 y que establece para casos de extrema gravedad el análisis del riesgo de reincidencia de un reo antes de concederle la libertad, aún habiendo cumplido los requisitos para ello. Juan Carlos Quer recordó ayer que solo se ha aplicado en un caso hasta el momento: el crimen de Moraña. David Oubel Renedo fue condenado tras matar con una radial a sus hijas, de cuatro y nueve años. Su esposa, Rocío Viéitez, también lanzó una campaña para apoyar la prisión permanente revisable. La derogación de la ley fue aprobada en el Congreso a propuesta del PNV y recurrida antes por el PSOE ante el Tribunal Constitucional. El caso de Diana Quer ha avivado la polémica antes de que el día 13 arranque la comisión para tumbar ese precepto legal. "Tenemos dos semanas y haremos todas las acciones", advirtió Quer. Juan José Cortés anunció que seguirán recogiendo firmas situando como objetivo los seis millones.

Juan Carlos Quer descartó cualquier vinculación ideológica con su propuesta, pero se mostró duro con los partidos políticos opuestos a ese precepto, recurrido por el PSOE y criticado por Podemos. Ciudadanos se abstuvo en la votación para anularlo, pero ahora dice defenderlo, mientras el PP ha emprendido una campaña a favor de mantener la medida. De hecho, el presidente del Gobierno y líder de los populares, Mariano Rajoy, asiste hoy a un acto de su formación en Córdoba de apoyo a esa medida. Al acto están invitados los padres de Diana Quer y de Marta del Castillo, cuyo cadáver todavía no se ha encontrado. Quer aseguró que "ocho de cada diez españoles apoyan la no derogación de la pena de prisión permanente revisable" y exigió un consenso político similar al que genera el sistema de pensiones o la violencia machista.