A finales del siglo XIX, amplias zonas de la ciudad de Madrid acogían a un gran número de personas que vivían en condiciones penosas. En el año 1887 Dolores Rodríguez Sopeña inicia una labor de promoción social entre las gentes de Vallecas mediante una organización que denomina Obra Social y Cultural Sopeña, que se populariza con las siglas Oscus. Los primeros voluntarios que integraron la entidad fueron mujeres con experiencia en la atención a marginados en otros barrios madrileños. Dolores Sopeña y sus compañeras recorrieron las calles de Vallecas para invitar a sus habitantes a asistir a sus reuniones. En ellas, lo que se pretendía era conseguir la incorporación a la sociedad de estas personas y la elevación de su nivel cultural y profesional. Oscus reunió a miles de vecinos de Vallecas en su seno y les proporcionó la educación de la que carecían. La organización dispuso de edificios que fueron destruidos durante la Guerra Civil, por lo que posteriormente hubo de ocupar inmuebles que le fueron cedidos. En los locales de Oscus se acogieron las actuaciones de los artistas más sobresalientes de los barrios humildes, que, como El Fary, saltaron a la fama gracias a esta asociación. La obra de Dolores Rodríguez Sopeña se extendió por toda España y los países suramericanos para atender situaciones de desigualdad social. En la actualidad, esta organización desarrolla una amplia labor educativa en el campo de la formación profesional, ya que ofrece una gran variedad de cursos con los que facilita el aprendizaje de diferentes especialidades laborales. La fundadora de Oscus dispuso de su propia calle en el barrio de Vallecas, aunque en la actualidad carece de un recuerdo en la zona en la que desarrolló su labor. A Coruña, una de las ciudades en las que la entidad continúa su actividad, Dolores Rodríguez Sopeña es homenajeada con una calle en el barrio de la Sagrada Familia, una de las zonas que fue asentamiento de numerosos obreros en los años del desarrollo urbanístico de la ciudad. J. M. Gutiérrez