Guardo tantas cosas que no sé dónde las guardo.

***

Comienza un día viejo.

***

El otoño se complace en invitarle a la danza de las hojas muertas, el viento cambiante, el olor del bosque, la lluvia desaforada, la anestesia de la esperanza y toda esa melancolía que difícilmente soportamos.

***

-         ¿Volveremos a vernos?

-         No.

-         ¿Por qué?

-         Porque me gustas.

***

Algunos se empeñan en que hablemos un solo idioma para poder entendernos todos, pero, si así fuese, no tendríamos qué decirnos.

***

Normalmente quien se despide cincuenta veces de nosotros y, antes de traspasar el umbral, vuelve a despedirse otras tantas… no sale del barrio y regresa antes de lo previsto.

***

No me caso de repetir que no voy a casarme.

***

La felicidad es algo parecido a esos mensajes que se autodestruyen una vez leídos.

***

Sólo te recibo en sueños.