La noche nos apunta.
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- ¿Para qué lees?
- Para seguir leyendo.
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El regalo nunca está a la altura de la emoción de rasgar el envoltorio.
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Las cosas no funcionan por el mero hecho de que uno se interese por ellas, pero es un paso.
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- Las fiestas me resbalan.
- A mí también. Sobre todo las de la espuma…
- Que no son de espuma sino de la espuma...
- Porque la espuma es la homenajeada, la única que se lo pasa bien…
- Porque a ella no le resbala…
- Claro.
- Más bien oscuro…
- Sobre todo al final, cuando ya está mezclada con las copas y las colillas…
- Como nosotros.
- ¡Qué recuerdos!
- Se borran con un manguerazo…
- Como las conversaciones estúpidas. Afortunadamente.
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¿No sería correcto pensar que tendríamos un problema si no supiésemos reconocer un truco en el truco de magia? Pues ese problema es inherente a la Humanidad.
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Eres como el acero de los barcos de papel.
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Los perros marcan el territorio orinando. Las personas entran en tu casa y buscan el primer enchufe para conectar su cargador del teléfono móvil.
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Le has abierto la puerta a los cerdos. Pronto imitarás sus modales en la mesa.
