El Ministerio de Defensa subastará en veinte días los restos del casco del petrolero Mar Egeo, que encalló, explotó, ardió junto a la torre de Hércules el 2 de diciembre de 1992. La empresa que gane la subasta podrá quedarse con al menos un 80% del material que todavía permanece hundido en punta Herminia para su venta como chatarra y tendrá que ceder el valor del restante 20% al Estado, según se desprende del anuncio publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Los trabajos se adjudicarán en subasta pública a la mejor oferta a partir del porcentaje mínimo de reserva para el Estado. Las empresas interesadas en participar podrán presentar sus propuestas hasta las 11.00 horas del mismo día de la puja y tendrán que depositar una fianza de 12.000 euros.

Desde que naufragó, en 1992, el esqueleto del Mar Egeo permaneció en punta Herminia durante cinco años, hasta que varias empresas especializadas en el desguace de barcos retiraron los restos que quedaban en la superficie y las hélices y anclas del petrolero. Las hélices, de bronce, se fundieron, mientras que una de las anclas fue adquirida por el Ayuntamiento para colocarla posteriormente en la Casa de los Peces; otra se encuentra en el recinto del Club del Mar y una tercera fue enviada al Museo de las Anclas de Salinas (Asturias).

Los desguazadores volvieron a trabajar en la zona en 2002, aunque los trabajos no permitieron extraer el grueso del casco del barco, que se ha partido en dos y permanece hundida y azotada por el oleaje. Una de las empresas a las que se le encargó la extracción de las anclas y las hélices es Desmantelamientos Metalúrgicos, cuyo responsable advierte de que la operación que Defensa saca ahora a subasta no es nada fácil. "Lo que queda abajo son piezas muy grandes que harán necesario cortar bajo el agua y emplear material muy especializado y el trabajo de varios buceadores porque ahí hay tanques, piezas enormes que exigirán un trabajo impresionante", explica el portavoz de la empresa, quien considera que en España sólo las empresas Desmantelamientos Metalúrgicos y Desguaces y Salvamentos Costa da Morte, tienen capacidad para asumir una operación de este tipo, que podrá prolongarse varios meses.

El pecio se encuentran actualmente partido en dos y las dos piezas se encuentran separadas por entre 300 y 500 metros de distancia. Una está en el mismo lugar del embarrancamiento, mientras que la otra es una pieza con grandes planchas de hierro que las corrientes ha arrastrado mar adentro. La actividad del mar en la zona es lo que ha llevado a Defensa a extraer lo que queda del petrolero, sobre todo tras recibir las quejas de la Cofradía de Pescadores, que denunció la gran cantidad de desperfectos que en los últimos años ha sufrido la flota.

El patrón mayor del pósito, Manuel Cao, fue quien a finales del año pasado envió el escrito a los responsables del Ministerio para reclamar la retirada del pecio o el pago de los desperfectos que en los últimos años ha ocasionado en nasas y artes de enmalle. "Hace quince días que recibí la notificación de que se iniciaba el expediente para retirar los restos", explicó ayer Manuel Cao, quien también explicó que si el pecio no ocasionase daños, sería incluso beneficioso para el caladero de la Torre de Hércules, uno de los más productivos de la comarca, sobre todo para la captura del pulpo y la centolla. "Es un arrecife artificial, forma refugios y es bueno, pero estos aparejos son muy costosos y se han perdido muchas nasas", asegura Cao.