Los trabajadores de la planta de Bunge Ibérica en Culleredo permanecen encerrados en la fábrica, tras comunicarles hoy la empresa que retirará el expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a la totalidad de la plantilla --46 trabajadores-- y conllevaría el cierre de las factoría en la localidad.

Según explicó a Europa Press el delegado de CC.OO. Juan Montes, esta decisión cogió "por sorpresa" a los empleados, que esperaban, a las 20.00 horas, a celebrar una asamblea para informar al resto de los compañeros. Mañana, indicó el representante sindical, se reunirán con sindicatos y con la Inspección del Trabajo.

Montes indicó que en torno a las 16.30 horas varios delegados fueron llamados a la factoría para reunirse con representantes de la empresa, que comunicaron su intención de retirar el ERE y ofrecieron a los empleados "permisos retribuidos", que son entendidos por la plantilla como "vacaciones anticipadas".

"Nosotros lo que queremos es trabajar y vamos a ir al trabajo", dijo e indicó que rechazaron firmar tales permisos retribuidos. Ahora se abren "nuevas negociaciones", aseguró y defendió que los trabajadores exigen la continuidad de la fábrica de Culleredo, pues es "viable".

"Esto es un cierre patronal, o si se quiere, un cierre premeditado", denunció y argumentó que "no hay motivos" para terminar con la actividad en Culleredo. "La fábrica puede funcionar, como funcionó hasta ahora", sostuvo.

Tras la reunión con los representantes de Bunge Ibérica, los trabajadores decidieron encerrarse en las instalaciones de la planta, a la espera de celebrar una asamblea. La policía intervino, dijo el delegado sindical, para abrir las puertas y permitir que quienes comunicaron la decisión de la empresa a los empleados salieran.