Los establecimientos hoteleros de la ciudad han reducido sus tarifas paulatinamente desde comienzos de 2009 entre un 10 y un 15% para intentar reducir los efectos de la crisis económica en el sector, hasta situarse entre los más baratos de la península y los archipiélagos. Un reciente estudio sitúa A Coruña como la quinta ciudad del país con los precios más económicos entre un total de 25 localidades analizadas. El trabajo concluye que en el mes de julio la media de una habitación doble en la ciudad oscila entre los 69 y los 77 euros de media, ocho euros menos si se compara con las tarifas del mes anterior.

Pero este descenso, según las consultas formuladas a varios directores de hoteles coruñeses, no es más que una parte de la tendencia experimentada a lo largo de este año para intentar atraer clientes y mantener los niveles de ocupación. Unos niveles que están tanto en el origen como en la consecuencia de la bajada de precios.

Las cadenas hoteleras, en primer lugar, exigen a sus establecimientos locales determinado índice de ocupación que permita cubrir los gastos fijos de cada uno de ellos, como explica el presidente de la Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), Francisco Canabal. Esto no impide disminuir las tarifas y lanzar ofertas con las que maquillar los niveles de afluencia de clientes. "Hay unos objetivos que cumplir y la gente baja hasta donde sea", resume la directora del Hotel Moon, María Piedrahita. Es esta política la que ha conducido a que la media de una habitación en A Coruña y su área metropolitana se haya posicionado en los 60 euros, de acuerdo a los datos de Canabal, un 10% menos que hace exactamente un año.

El descenso ha sido desde enero incluso mayor en determinados establecimientos, dependiendo de la cadena a la que pertenezcan la rebaja en la tarifa puede alcanzar el 15%, hasta situarse en cifras impropias de la temporada alta de vacaciones de verano.

"Para agosto, que es temporada alta, hemos bajado más de quince euros", calcula la jefa de recepción del Meliá María Pita, Ana Gurriarán. De los 115 euros que costaba una habitación doble en este establecimiento las tres primeras semanas de agosto del año pasado, han pasado a cobrar 98. El objetivo no es otro que aumentar la ocupación en esas fechas con nuevas estrategias, una vez comprobado que los clientes han modificado sus hábitos debido a la crisis. "La gente espera a última hora para reservar", apunta Piedrahita.

Para enmendar estas nuevas costumbres surgidas de la crisis, los hoteles de la ciudad utilizan el mismo sistema que las aerolíneas: "Se empieza vendiendo muy barato y a medida que aumenta la demanda se van subiendo los precios", explica Ana Gurriarán.

El procedimiento es general y se va reproduciendo en cascada entre los establecimientos de la ciudad una vez que lo adopta determinado hotel, así hasta llegar al descenso en los precios que se registra en estos momentos. "Cuando los de cinco estrellas empiezan a tirar los precios, el resto tenemos que hacer lo mismo", justifica el director del emblemático Hotel Riazor, David Santos.

Los encargados de los hoteles locales, sin embargo, defienden el descenso de las tarifas tal y como se encuentran actualmente las circunstancias económicas. "Es una tendencia general", añade Santos. Las ofertas y las tarifas menores ayudan en última instancia a que los datos de presencia de turistas durante las fechas vacacionales y en el conjunto del año se mantengan lo máximo posible inmunes a los efectos de la crisis. Además de las tácticas exportadas desde las aerolíneas, los hoteleros confían en la llegada de grupos de turistas para salvar la temporada estival. "Tenemos más grupos pequeños que gente que viene para pasar una semana en la ciudad", reconoce la directora del Hotel Moon. Los grupos son también los que estos días permiten al Hotel Riazor mantener todas sus plazas ocupadas, de manera que compensa el descenso del resto de clientes.

Los mismos directores se muestran en cambio más pesimistas sobre los precedentes que puede sentar la actual política de precios, a pesar de que la consideren justificada debido al número menor de turistas. "Va a ser un gran problema recuperar los precios anteriores", pronostica María Piedrahita sobre las expectativas de los turistas en un futuro. "Es una medida contraproducente tanto para el futuro como para el presente", considera el director del Hotel Zenit, Marcos Rodríguez, aunque vaticina que las tarifas volverán a situarse próximamente en los mismos niveles en que se encontraban antes del comienzo de 2009 porque, en su opinión, "la ciudad lo permite".

La excepción

La contrapartida al descenso generalizado de precios en la ciudad la ofrecen los nuevos modelos de negocio que se han asentado durante los últimos meses. Es el caso de Hotelofi, en las cercanías del recinto ferial Expocoruña, que no se ha visto obligado a disminuir sus precios porque maneja una tarifa plana desde que abrió sus puertas. Es otro nicho de mercado, según señala su director, Daniel Weiss, enfocado principalmente a personas que por negocios necesitan una habitación para descansar durante tan sólo unas horas antes de abandonar la ciudad.