La presentación de la solicitud de rescisión del contrato para la construcción de la autovía de Carballo a Berdoias por parte de la concesionaria obligará a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas a licitar de nuevo esta actuación. La iniciativa, cuya primera piedra fue colocada el pasado mes de diciembre, se encuentra paralizada por las dificultades financieras que sufre la unión temporal de empresas formada por las constructoras Ferrovial y Taboada y Ramos bajo la denominación de Sociedade Concesionaria Baio, que se hizo con esta obra, de 40 kilómetros de longitud y un presupuesto de 250 millones de euros.

La compañía pidió a la administración gallega que la rescisión del contrato se produzca por mutuo acuerdo, con el fin de disminuir las compensaciones a las que tendrá que hacer frente por incumplir sus obligaciones. La concesionaria justifica su rechazo a construir la autovía en la "imposibilidad de poder completar el plan financiero" necesario para ejecutar esta infraestructura. La consellería informó que esta misma semana cuantificará el valor de los trabajos efectuados por la constructora, entre los que figura el pago de las expropiaciones y la redacción del proyecto. Durante la segunda mitad de este mes, este departamento se pronunciará sobre la rescisión del contrato, cuya tramitación concluirá en la segunda semana de septiembre, aunque hasta ese momento la concesionaria puede intentar buscar una solución a sus problemas financieros.

Territorio e Infraestruturas inició ya la redacción del nuevo pliego de licitación de las obras, ya que pretende abrir el concurso con "la mayor brevedad posible". La adjudicación de la autovía Carballo-Berdoias a Sociedade Concesionaria Baio se llevó a cabo en abril de 2008 y en el momento en que se dio comienzo oficial a las obras ya se conocían los problemas de financiación de la empresa, según afirma el Gobierno gallego.

El Partido Popular acusó en los últimos días al anterior Ejecutivo autonómico de causar un retraso de cinco años en la construcción de esta infraestructura, a la que el nuevo gobierno gallego asegura que dará un carácter prioritario para recuperar el tiempo perdido.