La Policía Nacional está buscando en Canarias a una niña de siete años que lleva desaparecida desde principios de agosto, cuando su padre tenía que recogerla en casa de su madre, en la localidad de Carballo. La menor se encuentra supuestamente con su progenitora, de quien tampoco se sabe nada desde el 1 de agosto. El padre, José Manuel Barreiro Román, supone que ambas se encuentran en el Puerto de la Cruz (Tenerife), donde la mujer vivió durante cerca de dos años.

La abogada del hombre puso estos hechos en conocimiento del Juzgado de Familia que se encargó de decidir sobre la custodia y las visitas del padre. Según la sentencia dictada en mayo del año pasado, al tratarse este de un año impar, la niña tendría que pasar el mes de agosto con su progenitor. Al haber incumplido la madre la obligación que tenía de entregarle la pequeña, el magistrado encargado de ejecutar la sentencia ha ordenado a la policía que busque a la mujer.

Además de los datos que puedan tener las compañías aéreas sobre las entradas en las islas, José Manuel Barreiro Román está convencido de que los agentes podrán encontrar a la mujer vigilando los movimientos de la cuenta donde mensualmente le ingresa la cantidad pactada para la manutención de su hija. Según consta en la primera denuncia presentada en Carballo, el padre se enteró de que la madre de la niña se la había llevado cuando se encontró con la casa vacía a las diez de la mañana del 1 de agosto. José Manuel Barreiro Román se trasladó de A Coruña hasta la casa de la mujer para recoger a la menor. Él se había imaginado un mes con la niña "sin denuncias de por medio", pero ni siquiera la ha podido ver el día de su cumpleaños, el 2 de agosto, cuando hizo siete años. Por familiares de la mujer ha podido saber que la pequeña durmió en casa de su abuelo la última noche que pasó en Galicia y que su madre se la llevó de madrugada.

Barreiro Román piensa que la mujer puede estar trabajando en la pizzería de unos amigos, a quienes ya ayudó en la temporada en que residió en Canarias, hace un año. El padre de la niña, de 64 años, treinta más que la denunciada, también pasó allí unos meses. Ella le dijo, según afirma el progenitor, que tenía que ingresar en un centro psiquiátrico y él se trasladó unos meses a Puerto de la Cruz para cuidar de la niña en su estancia en el hospital. A pesar de haber vivido allí, no tiene el teléfono de ningún conocido de la madre de su hija para poder ponerse en contacto con él.

"Estoy muy preocupado", dice José Manuel Barreiro, quien espera que las investigaciones de la policía den pronto fruto. La madre ya se había negado a entregarle la niña en otras ocasiones.