El Ayuntamiento responsabiliza a la Xunta del desembolso que cada mes se ve obligado a efectuar en concepto de alquileres por el retraso en la entrega de los pisos de protección autonómica de Eirís. Aunque la concejal de Urbanismo, Obdulia Taboadela, no desveló la cifra que supone este gasto, lo definió como "bastante dinero". Tanto que, aseguró, el Ayuntamiento se vio forzado a modificar los presupuestos de este año en el segundo semestre para añadir una partida que permitiera afrontar los pagos.

Todo ello es consecuencia, expuso Taboadela, acompañada de los ediles de Vivienda y Servicios Sociales, Mario López Rico y Silvia Longueira respectivamente, de que la Xunta no haya entregado las viviendas en el mes de marzo, precisamente cuando el Ayuntamiento otorgó la licencia de primera ocupación.

Ante este retraso, recordó Obdulia Taboadela, las 188 familias que resultaron adjudicatarias con una vivienda de protección oficial en Eirís están todavía a la espera de instalarse en los pisos. De ellos, medio centenar corresponde a los expropiados para la urbanización del parque ofimático, también en Eirís, y a los que el Ayuntamiento está pagando una parte de los alquileres porque sus viviendas de promoción autonómica fueron transferidas al Gobierno local. "No hay ninguna razón para que los adjudicatarios no estén ocupando las viviendas", manifestó la concejal de Urbanismo.

Con esta afirmación, Taboadela descartó los motivos expuestos el lunes por el delegado provincial de la Xunta, Diego Calvo, quien culpó al Consistorio de no elaborar las listas de adjudicatarios que le correspondían. Calvo añadió que el retraso en la entrega también se debía a los desperfectos causados por el temporal de enero. "Nosotros no sabemos si el Klaus levantó alguna teja", indicó Mario López Rico para contestar al delegado provincial y exigir la entrega de los pisos. Las llaves, sin embargo, no se le darán a sus futuros propietarios hasta dentro de dos meses, según el plazo reconocido por Diego Calvo. O dicho de otra forma, hasta que las viviendas estén "terminadas y en las condiciones idóneas", tal y como señaló ayer la Xunta.

Porque el Gobierno autonómico sostiene que no permitirá que se ocupen los pisos hasta que no repare el "estado deficiente" que presentan algunos de ellos como consecuencia del paso del huracán Klaus. La Consellería de Territorio, Infraestruturas e Medio Ambiente argumenta que fue necesario modificar los patios de acceso a los edificios con un doble objetivo: reparar los daños del temporal y evitar que se volviesen a reproducir como el pasado enero. La Xunta también se refirió, pese a que los concejales no las citaron, a las viviendas de protección oficial de Novo Mesoiro, que tampoco se entregarán hasta que finalicen las obras, después de que el constructor haya pedido una prórroga.

En la comparecencia triple del Ayuntamiento, las críticas también se dirigieron al grupo municipal del PP. Silvia Longueira acusó al concejal Francisco Mourelo, anterior dirigente vecinal, de "agitar" y "vilipendiar" al Gobierno local.