Los comerciantes de la calle San Andrés, cansados de comprobar cómo el deterioro de la vía ha reducido el número de clientes que reciben y de padecer los problemas que les ocasiona el carril bus, amenazan con manifestarse para exigir al Concello unas mejoras que reclaman desde hace más de un año.

La asociación Zona Obelisco ha convocado para esta semana una reunión con los propietarios de los negocios de la vía para acordar "posibles acciones conjuntas" y los comerciantes están dispuestos a recoger el testigo y a participar en cualquier tipo de movilización que tenga como objetivo conseguir que San Andrés vuelva a ser una de las calles de compras de referencia en la ciudad.

"Estoy de acuerdo con hacer movilizaciones y lo que haga falta. Si hay una manifestación, pueden contar conmigo, con tal de que sea para mejorar todo esto", explica la responsable de la tienda El baúl de la abuela, Marisa Coego, que acusa al Ayuntamiento de haber propiciado el deterioro de la calle con actuaciones como la instalación del carril bus.

La opinión de que movilizarse contra el Concello resulta una buena idea es mayoritaria. Negocios de todo tipo desean protestar contra una situación que consideran difícil de sostener y que ya ha motivado que más de un 10% de los bajos comerciales de la vía se encuentren actualmente desocupados.

"Estoy dispuesto a participar en cualquier tipo de manifestación. El carril bus ha sido desastroso. Las ventas han bajado hasta en un 40% y no paran de cerrar locales", declara Alejandro Rivera, propietario de la tienda Rei Zentolo, que asegura que el alcalde, Javier Losada, es el principal culpable de la mayoría de los problemas del pequeño comercio de la ciudad.

Los comerciantes reclaman la rehabilitación de los edificios en mal estado, la mejora del alumbrado, la restauración de aceras y la creación de zonas de carga y descarga próximas a sus establecimientos. Estas reivindicaciones no son nuevas, pero sí lo es la sensación generalizada de que el Ayuntamiento no prestará atención a los problemas de la calle San Andrés si los afectados no unen sus fuerzas e inician acciones de protesta.

"Esta calle es ahora de tercera. Nos fastidiaron los bolardos y después el carril bus. En esta zona, cuando se hace de noche, no hay suficiente luz y tenemos sensación de inseguridad. Yo mato por mi trabajo y estaría dispuesta a manifestarme", comenta Elisa Ramón, propietaria de la tienda La Marola, una de las más antiguas y tradicionales de la calle San Andrés.

Casi todos los comerciantes apoyan la organización de un acto de protesta e incluso los pocos que opinan que una manifestación sería una medida demasiado exagerada defienden que es necesario transmitir al Ayuntamiento el malestar de los propietarios de los establecimientos de la calle.

La asociación de comerciantes Zona Obelisco ha denunciado que el Ayuntamiento no ha hecho caso de sus reclamaciones para mejorar la calle San Andrés y, por ello, han invitado a los propietarios de las tiendas de la vía a una reunión en la que expondrán sus preocupaciones y sugerirán las posibles acciones de protesta.

"Debido al malestar que estáis sufriendo y que así nos habéis transmitido y que nosotros hemos comunicado en reiteradas ocasiones a nuestro Ayuntamiento, queremos hacer una reunión en nuestra oficina con los establecimientos de esta calle para que cada uno de vosotros exponga directamente sus sugerencias de posibles acciones conjuntas", explican los responsables de Zona Obelisco en una circular que recibieron la mayoría de los comerciantes de la calle San Andrés.

El enfado de los comerciantes de la vía con el Gobierno local no está motivado únicamente por el mal estado de la calle y por el carril bus. Los dueños de los establecimientos acusan al Concello de propiciar la desaparición de las tiendas tradicionales al permitir la apertura de más centros comerciales de los que, en su opinión, puede soportar una ciudad como A Coruña.

"Hay una responsabilidad del Ayuntamiento por permitir que se abran tantos centros comerciales", explica la responsable de la tienda El baúl de la abuela tras dejar clara su intención de participar en cualquier tipo de movilización para reclamar mejoras.