A finales del siglo XIX, pese a que A Coruña todavía era una ciudad de pequeño tamaño, ya contaba con varias sociedades recreativas y culturales que agrupaban a los más destacados representantes de la burguesía local, como el Circo de Artesanos, el Casino Republicano y la Tertulia de la Confianza. En marzo de 1890, los coruñeses Mauro Rojo y Alfredo Vilar se plantearon la posibilidad de poner en marcha una nueva agrupación, para lo que convocaron una reunión en el Teatro Circo, un recinto destinado a los espectáculos que se ubicaba en La Marina, en el lugar donde hoy se levanta la Autoridad Portuaria.

La sesión se llevó a cabo el día 16 de marzo y los 60 congregados acordaron crear el Sporting Club, por lo que ayer se cumplieron 120 años de la fundación de la entidad, que desde el inicio de la Guerra Civil es más conocida por su denominación de Casino. La efemérides fue conmemorada por los integrantes de esta sociedad con un brindis en el que tomaron parte numerosos asociados, muchos de ellos con décadas de antigüedad en el club, así como con intervenciones de los más veteranos y un concierto.

Durante el acto fundacional realizado en 1890 fue un recién llegado a la ciudad que había sido educado en Inglaterra, Genaro Zalvidea, quien propuso que la sociedad se llamase Sporting Club, idea que recibió el apoyo de los asistentes.

Otro de los reunidos en el Teatro Circo era José María Rodríguez Pardo, conocido empresario de hostelería que regentaba el Café Méndez Núñez, situado en un inmueble con accesos por la calle Real y la avenida de La Marina. Los futuros socios del Sporting Club le propusieron que les alquilase una parte de su espacioso local para que sirviera de sede de la entidad, así como que les facilitase el mobiliario necesario.

Rodríguez Pardo aceptó la propuesta y desde entonces el lugar ha sido el centro social del Casino desde su fundación, en la que César Suárez de Centi resultó elegido como primer presidente, aunque su mandato tan sólo duró una semana, ya que el 23 de marzo se llevó a cabo la junta general en la que se produjo la constitución definitiva del club y él mismo decidió renunciar para dejar paso a Ricardo Caruncho.

Fue en esa segunda reunión en la que se formalizó el contrato para arrendar la sede de la sociedad, a la que además se le facilitó un pabellón que Rodríguez Pardo proyectaba instalar en los jardines de Méndez Núñez. Ese recinto se dedicaría a albergar funciones teatrales durante los cuatro meses más cálidos, mientras que el resto del año sería utilizado por los socios del Sporting Club como gimnasio para la práctica deportiva.

Desde el momento en que inició sus actividades, la nueva sociedad quiso dejar patente la razón por la que había elegido su nombre, ya que organizó excursiones por los alrededores de A Coruña tanto en caballo como en bicicleta, así como competiciones de equitación, esgrima, náutica o gimnasia.

A esto hubo que sumar las corridas de toros promovidas por el club, los conciertos, veladas literarias, representaciones teatrales, cabalgatas de carnaval y los bailes de salón, una de las actividades que le dieron fama en la ciudad desde sus primeros años. Como entidad arraigada en la vida coruñesa, el Casino se implicó en 1893 en la defensa de la permanencia en la ciudad de la Capitanía General, por lo que apoyó las protestas realizadas por todas las instituciones y paralizó su actividad durante aquellas fechas.

A los pocos años de su fundación, el Sporting Club adquirió una gran finca en lo que entonces era el Camino Nuevo -hoy calle Juan Flórez- para instalar allí un parque que de inmediato fue conocido como el Leirón. Las fiestas, bailes y competiciones deportivas que se llevaron a cabo allí hasta el año 1964 contribuyeron a hacer de esta sociedad recreativa una de las más prestigiosas de Galicia, ya que además sus instalaciones de la calle Real se incrementaron con la construcción de un nuevo edificio que permitió ampliar la oferta de servicios a los socios.

La desaparición del Leirón fue suplida en 1974 con la apertura del complejo deportivo y de ocio de A Zapateira, que recuperó para la entidad un espacio en el que desarrollar toda clase de actividades al aire libre. En 1990, el Sporting Club Casino celebró su primer centenario y, veinte años más tarde, continúa siendo un referente de la vida social coruñesa al mantener los valores que inspiraron su creación.