El colegio brigantino Nuestra Señora del Carmen incluyó entre sus experimentos la obtención de esencias a partir de diferentes productos orgánicos, como la corteza de limón, que las alumnas cortaban en trozos para después mezclarlos con agua y alcohol y calentarlos hasta su evaporación. La iniciativa surgió mediante consultas en libros científicos y tiene el inconveniente de su larga duración.