La teoría de los seis grados afirma que cualquier persona del Planeta está conectada a otra a través de una cadena de como máximo cinco conocidos. Según esta teoría el promotor coruñés José Souto, accionista de referencia de Superco y presidente del grupo Tecam, está a tres grados de Isabel Preysler y a dos del ex corredor de motos Jorge Martínez Aspar.

Coches de Fórmula 1 y motos. Estos dos mundos coincidieron en Marina Golf SL, la empresa constituida en 1999 por el promotor coruñés José Souto para completar una urbanización residencial-deportiva en Mojácar (Almería). Uno de los administradores mancomunados de esta sociedad era, en 2001, el empresario José Ramón Carabante de la Plaza, propietario de la escudería española de Fórmula 1.

Como presidente y luego consejero delegado estuvo también en esa fecha, además de Souto, Vicente Cotino Escrivá, sobrino del vicepresidente de la Generalitat valenciana, así como patrocinador oficial del equipo de motociclismo de Martínez Aspar. Cotino además es yerno de José Souto.

Marina Golf fue constituida con capital 100% de la empresa Marina de la Torre SA para construir y gestionar el campo de golf de la urbanización de Almería. Marina de la Torre SA es la empresa constituida en A Coruña por José Souto y Manuel Monasterio Amigo, entre otros socios, para comercializar parcelas en Mojácar, en primera línea de playa. Uno de los socios de esta entidad es el que ha presentado una querella, a causa de las compraventas de parcelas, contra Souto y Monasterio -de Aparcamientos Cuatro Caminos-.

El Ministerio Fiscal acusa a Souto y Monasterio de un delito continuado de administración desleal -disponer de forma fraudulenta de los bienes de una sociedad-, por vender parcelas en Almería de la empresa Marina de la Torre a sociedades en las que los dos empresarios también participaban y que luego revendía para "su propio beneficio económico" y en perjuicio del resto de asociados de los que se abusó de "su confianza", según afirma la Fiscalía en su escrito de acusación.

La fiscal pide una pena de tres años y tres meses de prisión para Souto; y dos años y seis meses para Monasterio. El Juzgado de Instrucción Número Cuatro de A Coruña acaba de acordar la apertura de juicio oral y también exigió a Souto que depositase la importante cantidad de un millón de euros de fianza en el plazo de un día.

José Ramón Carabante, un promotor que hizo fortuna en los años del ladrillo ha sido noticia esta semana por negar que estuviese al borde de la quiebra y que tuviese una deuda con el banco de 450 millones de euros.

Este empresario siempre ha estado rodeado de personas influyentes, entre ellas el ex ministro socialista Miguel Boyer, que a finales del pasado mes de mayo entró a formar parte del consejo de administración de Hispania Racing Team -el equipo de Fórmula 1 de Carabante- junto a otros empresarios habituales en la prensa rosa: Alberto Cortina y Fernando Fernández Tapias. A este empresario además se le atribuye la posesión de una importante colección de pintura y su propio abuelo también fue un conocido artista con cuadros en la colección Thyssen.

Vicente Cotino Escrivá, que tendrá que declarar en A Coruña cuando se fije fecha para el juicio por administración fraudulenta contra Souto y Monasterio, es el presidente del emporio Servicios de Excavaciones SA (Sedesa), una empresa que también hizo fortuna con la construcción y que hoy en día tiene intereses en muchos países en sectores como el medio ambiente, infraestructuras, energías renovables e incluso centros de la tercera edad. En Hungría ha construido autopistas.

Sedesa ha sido varios años patrocinador oficial del Aspar Team, el equipo del ex corredor de motociclismo. También ha patrocinado equipos de rugby. La sociedad valenciana también opera en Galicia y Portugal a través de una firma de transporte y gestión de residuos.

Marina Golf SL, creada en 1999 con capital 100% de Marina de la Torre SA, fue vendida tres meses después de su constitución a Proyectos e Inversiones Valencianas SA, administrada por un socio de Cotino en otras empresas. La venta de Marina Golf generó un beneficio económico de siete millones de euros, según contabilizó un perito judicial a petición de la fiscal. Ésta es una de las operaciones de las que Marina de la Torre no se benefició y sí lo hicieron Souto y Monasterio según denunció uno de los socios. Por esta operación la fiscalía reclama una indemnización de 733.119 euros para el denunciante, la parte proporcional a su participación (10,5%) en Marina de la Torre.