La Policía del Puerto cerró ayer el paso al dique de abrigo, así que los trabajadores de la torre de control no pudieron realizar el cambio de turno a la hora establecida, sino que tuvieron que esperar a que los agentes les autorizasen a abandonar su lugar de trabajo y a que permitiesen que sus compañeros pudiesen entrar para darles el relevo. Las olas sobrepasaron la altura del dique de abrigo y llegaron hasta el otro lado de la estructura. La policía había cortado el paso antes de que se produjesen estas olas. Lejos de las vallas que prohibían el acceso a la torre de control, algunos vecinos se aventuraban a pasear y a ver las olas. / Redacción