Los candidatos al Rectorado de la Universidade da Coruña (UDC) debaten sobre cómo afrontarán los problemas que arrastra la institución si cogen el relevo de José María Barja. Desde la residencia universitaria a la captación de nuevos alumnos y a la ya tan manida implantación de Medicina. Los profesores Fermín Navarrina, Luis Castedo, Alejandro Pazos, Manuel Recuero y Xosé Luis Armesto abogan por que la Universidad se refuerce durante los próximos cuatro años.

F. Navarrina: Nosotros defendemos el modelo de Universidad pública conectada con el tejido social y con el entramado económico y proyectada internacionalmente. Haremos política universitaria y no solo gestión y queremos evitar las confrontaciones partidistas para integrar a todo el mundo en el Gobierno de la Universidad.

L. Castedo: Nuestro modelo de Universidad se basa en la eficacia y en la innovación. Queremos buscar una nueva manera de financiación y aprovechar al máximo los recursos que recibimos de las administraciones.

X. L. Armesto: A nosa proposta é a dunha Universidade pública, que presta, por enriba de calquera interese, un servicio público á sociedade.

A. Pazos: O noso obxectivo é o de resolver os problemas de financiamento nos que estamos metidos e tamén os de xestión pola mala adaptación que tivemos ao sistema europeo. Un dos grandes retos é o de conseguir que o sector produtivo invista na Universidade para facer trasferencias de tecnoloxía.

M. Recuero: Represento una opción de experiencia de gestión y comparto ese planteamiento con gente más joven. Mi punto de partida es el deterioro que ha sufrido la Universidad. Queremos gobernar para y con los centros.

L. Castedo: Ninguno de los dos campus de la Universidad tiene residencia pública y ese es un tema que hay que solucionar. Hay proyectos avanzados. En el caso de Elviña hay expropiaciones y licencias. Es un trabajo que está hecho y revertir esa situación es muy difícil. El proyecto de la residencia en Elviña es muy caro, así que hay que retomarlo y revisarlo. Hay que buscar una fórmula, la que sea, para que los estudiantes puedan recibir un servicio de calidad y a precios públicos.

X. L. Armesto: Coa Administración autonómica anterior fixeramos xestións para as residencias. Co cambio de Goberno, empezáronse a estudar de novo estas decisións. Para nós é importante que sexa unha residencia pública, con prezos que non excedan os cen euros por mes, e que se poida utilizar para fins universitarios en periodos non lectivos. No campus de Ferrol está practicamente feita a cesión do cuartel Sánchez Aguilera e temos fondos propios para rehabilitar o edificio como residencia pública.

A. Pazos: Estamos nunha Universidade pública e o propio sería termos unha residencia pública en cada un dos dous campus. O Sánchez Aguilera xa estaba a piques de se ceder hai oito anos e tamén o estaba a residencia de Elviña, pero dende entón non se puxo ningunha pedra porque o proxecto que se deseñou era faraónico. Non hai ningunha posibilidade de que se faga tal e como está deseñado. Se ben quero unha residencia pública, quero máis unha residencia xa, aínda que non a calquera prezo. Dado que temos os terreos e o permiso, o único que temos para construír, e temos os clientes, podémola facer. Falei con algúns promotores que están dispostos a construír e a xestionar a residencia un tempo até que a Universidade poida ter financiamento para revertir a propiedade e a xestión. Entretanto, creo que axudaría ao sector inmobiliario, ofrecer os seus pisos baleiros a estudantes. A UDC xestionaría o aluguer, o servizo de limpeza e o de internet que terían as vivendas. Os estudantes poderían comer nos comedores universitarios ou nos locais que tivesen un concerto coa Universidade.

M. Recuero: El error en los últimos tiempos ha sido el proyecto, que es irrealizable. Distingo entre lo que la Universidad puede ofrecer como residencia pública y lo que podríamos llamar alojamiento universitario. Decir que el Sánchez Aguilera está a punto de cerrarse es bastante arriesgado. Creo en la residencia pública y más en los tiempos de Bolonia. El alojamiento universitario no se ha desarrollado en los últimos años y se han perdido oportunidades y tiempo. La Universidad no va a solucionar todo el alojamiento universitario, pero es importante tener un lugar en el que pueda vivir un número importante de estudiantes y será una prioridad para nosotros conseguirlo.

F. Navarrina: El problema es más importante aún para los extranjeros. Tener una residencia con precios públicos es importante para la captación de estudiantes y para la internacionalización. Se han propuesto unos proyectos a la Xunta y, hasta que no se hayan desechado, siguen estando encima de la mesa. Hemos propuesto la adquisición del edificio Esvida para convertirlo en residencia. Podría estar en marcha el próximo curso. Sería un buen negocio. Si se pone el dinero encima de la mesa tendríamos una residencia ya. En cuanto al alojamiento, crearíamos una oficina de información que haga de enlace entre los estudiantes y los propietarios.

A. Pazos: Yo también he estudiado el tema de Esvida y no está en venta. En caso de alquilar el edificio, costaría 750 euros a cada uno de los alumnos, que es la mitad de lo que pagaban antes los internos, cuando quebró el geriátrico. El precio del edificio, que tiene 170 plazas, es de 11,5 millones de euros. Saldría a más de 80.000 euros por residente, que, para mí, es una barbaridad y, además, habría que reformarlo. Saldría más caro que el proyecto faraónico de partida.

F. Navarrina: Nuestros datos sobre la residencia Esvida son totalmente opuestos.

A. Pazos: ¿Cuáles son los datos? Porque yo no me invento las cifras.

F. Navarrina: Esto exigirá una negociación si se lleva a cabo y a nosotros nos sale un proyecto razonable.

X. L. Armesto: Non era un proxecto tan faraónico, era ambicioso, para acoller a estudantes, a persoal de administración e servizos e a profesores.

A. Pazos: Canto custaba?

X. L. Armesto: 20 millóns de euros, pero estaba financiado; estaba licitado e as empresas xa estaban seleccionadas, pero esta nova Administración considerou, supoño que coa crise, que era unha cantidade moi elevada. Estanse buscando solucións para facer viable ese proxecto. O servizo de atención a estudantes xa existe e temos tamén unha bolsa de aluguer, aínda que, coma todo, é mellorable.

A. Pazos: Nos últimos oito anos, a Universidade non pideu, segundo o Concello da Coruña, ningún permiso para a construcción de edificios.

X. L. Armesto: Dende o primeiro momento constituíuse unha comisión de traballo co responsable de Urbanismo do Concello para buscar solucións realistas e a curto prazo. Ten que haber máxima colaboración entre as dúas institucións. Precisamos deses terreos, deses espazos e instalacións e o Concello mostrou a súa disponibilidade para atopar unha solución administrativa a este tema.

L. Castedo: El prestigio de la Universidad quedó en entredicho con las declaraciones del exvicerrector de Infraestruturas, Xosé Lois Martínez, porque se jactaba de que había construido sin licencia. Siendo prácticos, lo que hay que hacer es legalizar este tema. Habrá que analizar caso por caso la situación de las obras y llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento. Si se ha construido sobre terreno que se había calificado previamente como urbanizable, veo la legalización más fácil. A mí me preocupa el edificio que se construyó sobre un parking, porque es una modificación en el plan general. Esperamos llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento, pero ha sido una temeridad.

X. L. Armesto: Estaba en tramitación esa reforma do plan parcial do plan xeral, leva anos así, e a aprobación será case inmediata, o que facilitará definitivamente a solución administrativa deste tema.

M. Recuero: Como no sea así, el coste para la Universidad va a ser tremendo. En este tema no se han hecho las cosas bien y se ha hecho un grave daño a la institución.

F. Navarrina: Lo mejor es no echar más leña al fuego, uno de los cinco tendrá que resolver el problema porque todos queremos hacerlo. El presidente del Consello Social dijo el otro día que, al no haber habido ánimo de lucro en este tipo de actuaciones, se puede solventar.

A. Pazos: A mí me gustaría ser tan optimista como mis compañeros, pero es un escándalo y, con taparlo, no vamos a conseguir nada. El problema es más grande, porque hay seis edificios en esta situación y hay problemas de propiedad que hacen muy difícil una solución. Puede ser un quebranto económico muy importante para la Universidad porque se han hecho con fondos europeos. El actual equipo de Gobierno no quiso crear una comisión de Infraestructuras y dejó a este señor (Xosé Lois Martínez) campar a sus anchas. En los dos últimos claustros yo advertí de que se estaba actuando irregularmente en dos aparcamientos y llegué a pensar que se estaba haciendo como ejemplo de lo que no se debía construir.

M. Recuero: Durante los últimos años, la Universidad tampoco ha defendido sus titulaciones. Ojalá venga Medicina y, cuanto antes, mejor, pero lo que hay que hacer es una buena gestión. Si vamos a seguir bajando en los rankings universitarios, ¿para qué queremos nuevas titulaciones que habrá que pelear duramente? Estamos suspirando por cosas cuando no estamos dando un valor suficiente a las titulaciones que tenemos.

X. L. Armesto: Os estudos de Medicina son uns dos que teñen unha demanda máis elevada en Galicia. O razonable é que utilicemos os medios para atender esa demanda. Traballamos no título interuniversitario como solución.

A. Pazos: Hai moitos anos que estou traballando nesta titulación. Na UDC temos recursos humanos e materiais para que poida ser implantada de xeito non caro e case inmediatamente. Temos un hospital universitario e a posibilidade de facer a medicina do futuro porque hai ademais unha Facultade de Informática e moitos grupos de biomedicina. Ese é o solapamento que se busca noutras universidades de prestixio. As outras propostas creo que son un erro.

F. Navarrina: No creo que haya que montar Medicina a cualquier precio. Peleando por Medicina perdimos la exclusividad de Informática y de Obras públicas. Sería importante tenerla, pero hoy no es viable. Tenemos que preparar el proyecto para cuando lo sea. Mientras tanto, proponemos el Grado de Ingeniería Biomédica, que es nuevo, emergente y muy barato. No creo que nos obstaculice para tener Medicina en el futuro.

L. Castedo: Medicina es un tema que está cerrado y que no se va a abrir hasta dentro de un par de años. ¿Qué es lo que se puede hacer? Medicina tiene parte teórica y ciclo clínico y, para impartirlo, necesitas un hospital, del que dispone A Coruña. Se puede implementar el ciclo clínico compartido porque, además, Santiago es incapaz de atender a todos los alumnos. Lo lógico es que reciban también la parte teórica en la ciudad y, si Santiago no quiere compartir el título, pues podemos buscar otras universidades que estén dispuestas a hacerlo.

A. Pazos: Hai que buscar a maneira de facer a UDC atractiva, e termos Medicina vai nesta liña, para conseguir máis financiamento. Hai que mirar cara a Iberoamérica sobre todo para os posgraos e os programas de Doutoramento e tamén cara á comunidade de fala hispana de Estados Unidos. Hai que lles dar unha boa acollida e tamén unha boa despedida para que os egresados recorden con cariño a Universidade e fagan mecenazgos con nós.

M. Recuero: Van a ser tiempos difíciles, pero si tenemos excelencia en nuestro trabajo podremos tener éxito. En cuanto a la financiación externa, me gustaría hacer un proyecto a través de la fundación de la Universidad y recogería el desarrollo de una corporación de empresas propias. Tenemos que defender nuestras titulaciones.

F. Navarrina: Tengo la sensación de que la UDC siempre ha estado peor tratada de lo que debería. En estos años se ha renegociado la financiación y la gestión del futuro rector está ya comprometida, tanto para conseguir más fondos como para renegociar la financiación será muy importante el papel del Consello Social.

L. Castedo: La Universidad tiene autonomía, pero no económica. Tiene muy poco margen para conseguir financiación que no venga de la Xunta. El problema de base es Santiago, que tiene un agujero económico bestial, pero la Xunta nunca dejará caer esta Universidad por motivos estratégicos. Vigo, no sé cómo lo ha hecho, pero ha negociado una buena financiación, y A Coruña se ha quedado en la velocidad baja porque el coste electoral de no financiarla es nulo. Hay que revertir esta situación. Podemos buscar también financiación privada para investigación, pero hay que garantizar la pública.

X. L. Armesto: O financiamento ten que ser público. Temos puntos fortes, como a satisfacción dos egresados, e nós defendemos que sexan puntos de peso na negociación do financiamento. Estásenos penalizando por ter as contas saneadas e por sermos eficientes. Teñen que ser os políticos os que fagan unha aposta valiente e equilibren o Sistema Universitario Galego.