La Compañía de Tranvías de La Coruña, SA, en manos de la familia Prada, cerró el ejercicio de 2011 con un beneficio después de impuestos de 2,9 millones de euros. En la junta general celebrada el pasado 30 de junio acordaron destinar dos millones a dividendos, a repartir entre los socios "en el improrrogable plazo de seis meses" (antes de terminar este año) mientras que los restantes 949.138 euros los guardan como reservas.

La compañía vio aumentado su gasto por la subida del combustible y por el aumento de salarios de la plantilla (tras reducir su número) pero aún así incrementó su beneficio líquido al pasar de los 2,7 millones de 2010 a los 2,9 del año pasado (un 5,52% más). La subida en las ganancias se debió, según los propios accionistas, al "aumento de la tarifa" del billete en un 5,48% en 2011, junto con un "ligero incremento del número de viajeros".

A esa junta del pasado junio, en la que se acordó la distribución de las ganancias de 2011 acudió el presidente del consejo de administración y gerente de Tranvías, José Antonio Prada Muradás así como seis accionistas: Rosario y Belén Prada Muradás, representadas por Antonio Manuel Prada Muradás; y Carmen Bouza Carballo, representada por su hija Ana Belén Fonte Bouza. Como secretaria de la junta actuó Norma Adela Vázquez Rodríguez. En total estuvieron presentes los propietarios del 96% del capital social.

El Estado, en 2011, otorgó al Ayuntamiento de A Coruña 1,9 millones de euros de subvención al transporte aunque el importe que el Concello entregó a Tranvías fue de 8 millones de euros, incluida la ayuda al tranvía. El dato supone un incremento de la subvención municipal a la empresa de transporte de casi un 12% respecto a 2010. La compañía y el Concello alegan que la ayuda municipal no es directa a la empresa sino que es al usuario que paga con bonobús.

El Ayuntamiento entrega esta subvención para cubrir la diferencia entre la tarifa oficial ordinaria y la fijada por el Gobierno local para diversos colectivos sociales (bonobús, etc.). El año pasado dio 7,8 millones para el bus urbano y 155.970 euros para el tranvía, que dejó de funcionar en julio de 2011.

Las cuentas de 2011 de la Compañía de Tranvías reflejan también que los accionistas hacen inversiones. En 2010 gastaron 5.006 euros en protección y mejora medioambiental y en 2011 fueron 2.896 euros. Esa mejora ambiental consistió en la "recogida de residuos". Respecto al capítulo de I+D, "investigación y desarrollo", en 2011 "la sociedad no ha invertido importe alguno".

Los salarios de los administradores y el personal de alta dirección se redujeron (en 8.000 euros y en 30.000 euros, respectivamente).

La sociedad mantiene sus activos (autobuses) totalmente amortizados (depreciados). En 2011 dio de baja 651.238 euros en instalaciones y autobuses y no registró altas.