La comida ejerció ayer de vertebrador de historias. Manzanas o galletas aparecieron en medio de los relatos que integran Nam!, una propuesta de Caramuxo Teatro. El Ágora reunió en la función a familias que acompañaban a los destinatarios de la propuesta, niños de entre 1 y 6 años. Colores, olores y sabores desfilaron ayer ante los pequeños como prueba de que cocinar, comer y el teatro son un placer.