El informe de la Intervención General del Ayuntamiento, que cuestiona algunas previsiones de ingresos y gastos del Gobierno local, protagonizó ayer el primer debate de la Corporación municipal sobre el presupuesto de 2013. Las menciones a ese dictamen incluso provocaron la sonrisa del interventor general, que sigue los plenos a la izquierda del alcalde, Carlos Negreira. La oposición evocó el informe para cuestionar la validez de un presupuesto elaborado a partir de estimaciones "poco realistas"; el Gobierno local, para replicar que no todo son advertencias del interventor, sino que también "dice que el Ayuntamiento ha elaborado una previsión realista de los ingresos".

El Ejecutivo municipal de Carlos Negreira aprobó de forma inicial sus segundos presupuestos del mandato. Lo hizo en solitario. Ni el PSOE revalidó la abstención que le brindó en el de este año como compromiso de diálogo. La oposición en bloque votó en contra de unas cuentas que ahora saldrán a exposición pública para la presentación de alegaciones y que el Ejecutivo pretende aprobar de forma definitiva en diciembre para que entren en vigor el 1 de enero.

El dictamen que Intervención emite cada año sobre las cuentas sirvió a PSOE, a BNG y, en menor medida, a Esquerda Unida-Os Verdes para hilvanar su discurso contrario a unas cuentas de 238 millones de euros, un 5,7% más que este año. En su réplica, el PP esgrimió el mismo informe en su defensa, además de defender el carácter inversor del presupuesto, con 37,15 millones para obras y proyectos frente a los 30,7 de este ejercicio.

El Gobierno local acusó a la oposición de "hacer una traducción libre del informe del interventor", en palabras de su portavoz, Julio Flores. A su favor enumeró los análisis del funcionario municipal sobre la, según su dictamen, "realista previsión" por impuestos como los de vehículos, el IAE, la plusvalía y las tasas municipales. Antes que él, la concejala de Hacienda, Rosa Gallego, en su exposición del presupuesto, llegó al extremo de concluir que "el interventor dice que el Ayuntamiento ha elaborado una previsión realista de ingresos".

El informe del fiscalizador de la actuación municipal cuestiona, sin embargo, la estimación de ingresos en apartados como el impuesto de construcciones, "excesiva" por prever una recaudación de 5,2 millones de euros cuando apenas le había reportado al Ayuntamiento 2,44 millones a 12 de noviembre de este año. También advierte de la "incertidumbre" que genera prever una participación de 4,25 millones en los beneficios de Emalcsa. Incluso en los casos de la plusvalía y el impuesto de construcciones alerta de que "la incertidumbre económica existente" puede truncar las expectativas municipales. En los gastos, Intervención advierte de que no está garantizado que los siete millones consignados para el bonobús cubran la aportación del Concello.

A este dictamen se agarró la oposición. "Este es un presupuesto irreal, y así figura en el informe de Intervención, porque hace una previsión irreal", señaló la socialista Mar Barcón, que aseguró que las cuentas están sostenidas en un "incremento brutal de impuestos", frente al Gobierno local, que defiende una congelación general de tasas.

"Aplican más presión fiscal -arguyó Xosé Manuel Carril, del BNG- y una previsión optimista, por no decir suicida, de financiación". Para Carril, el presupuesto es "irreal" por estar basado en "una mera estimación". "No lo dice solo el BNG, lo dice el interventor".

El portavoz de Esquerda Unida-Os Verdes, César Santiso, coincidió en definir las cuentas como "irreales" y recordó el caso de las actuales, modificadas tres veces ya por el Gobierno local.

Sobre los reproches de la oposición por las estimaciones, Flores replicó: "A eso se llama presupuestar". E ironizó sobre las críticas del Bloque: "Como el BNG tiene contratada a la bruja Lola tiene una bola de cristal" para formular previsiones infalibles. Respecto a la previsión de ingresos por multas de tráfico, censurada por el PSOE porque crece un 14,5%, Flores indicó que la nueva estimación es más "realista" porque, cuando no gobernaba el PP, "se recaudaba el 40%" de las sanciones de circulación.

El primer teniente de alcalde y portavoz del Gobierno local llevó la batuta del Ejecutivo en el debate sobre el presupuesto, tras una primera intervención de la edil de Hacienda, Rosa Gallego, para presentar los detalles del documento. Ambos resumieron en una misma frase el objetivo de estas cuentas: "Blindar el gasto social, reducir el gasto superfluo y la deuda, y generar empleo".

Julio Flores presumió de que el presupuesto reserva uno de cada cuatro euros a "gasto social". En total, son 55,9 millones de euros, "1,6 millones más que en 2011", porque el portavoz municipal optó por comparar las cuentas de 2013 fundamentalmente con las de 2011, las últimas aprobadas por PSOE y BNG. "Un 120% más en emergencia social, un 100% más en becas, un 100% más en el talón restaurante..."

A las críticas de la oposición por la, a su juicio, escasa apuesta del Gobierno por el empleo, Flores replicó que ese es uno de los "grandes objetivos" del presupuesto y "cada concejalía aporta su granito de arena" para luchar contra el paro. Citó a Urbanismo con la entrada en vigor del nuevo Plan General de Ordenación Municipal y la rehabilitación, y a Comercio con el plan de dinamización, pero también remarcó que Empleo "incrementa" su inversión en "políticas de empleo". "La cultura y el ocio, señor Santiso, también generan empleo", se dirigió al portavoz de EU-Os Verdes después de que este cuestionara el gasto municipal en estas áreas.

Los "calzoncillos de Supermán"

El discurso de Flores molestó a toda la oposición, pero, en especial, al portavoz del BNG, al que el primer teniente de alcalde le dijo: "No hace falta que venga con los calzoncillos de Supermán a arreglar el tema del ofimático. Ya estamos nosotros para arreglarlo". Carril le contestó que su falta de argumentos le hacía actuar como "un bocazas por faltón, mentiroso y manipulador". "Nunca pensé que un portavoz hablase de los calzoncillos de Supermán, a eso se le llama pensamiento complejo", terció Barcón.

La portavoz municipal del PSOE arrancó su intervención en el debate sobre el presupuesto con una reflexión sobre el pasado para justificar su posición en el presente. Hace un año, los socialistas se abstuvieron en la votación de las primeras cuentas de Carlos Negreira. Aquel voto, cuestionado dentro de su propio partido por voces como la del diputado autonómico José Luis Méndez, no suponía un "cheque en blanco", como recordó ayer Mar Barcón. "Les ofrecimos diálogo y nuestra abstención para ayudar a los intereses de la ciudad. Solo recibimos desprecio y silencio", comenzó la portavoz socialista para justificar el voto en contra al segundo presupuesto del PP. "Para nada han valido este alcalde y su Gobierno. Solo sirven para incrementar los impuestos, reducir los derechos y eliminar servicios", concluyó.

Barcón recuperó la memoria de Alcaldía que acompaña al presupuesto para concluir que estas cuentas no son las de la esperanza, como las define Negreira en el documento, sino "las de la incertidumbre". "Son sus segundos presupuestos y seguimos sin noticias de cuál es su proyecto para la ciudad", afirmó Barcón, quien reprochó al Gobierno local que presente como "proyectos estrella" actuaciones encauzadas por el anterior Ejecutivo, como las incluidas en el plan de revitalización del Agra do Orzán, financiado por la Unión Europea. E ironizó con la austeridad en el gasto de la que presume el PP en su gestión, al enumerar el descenso en algunas partidas: un 10% menos en programas sociales, un 35% menos en ayuda a la cooperación y un 75% menos en planes de erradicación del chabolismo.

La socialista auguró que el presupuesto generará "más privatizaciones" y "más deuda". "Todo para nada porque no ejecutan la inversión", señaló en referencia a que el propio Gobierno local ha admitido que, hasta octubre, únicamente había ejecutado el 17% de su inversión en obras prevista para este año.

"El presupuesto es un engaño y una estafa a los ciudadanos, un regalo para los de siempre y no ayuda a salir de la crisis con justicia social". El portavoz municipal del BNG resumió en esta frase su análisis del presupuesto municipal de 2013. Con ella comenzó su intervención, después de pedir al Ayuntamiento que condenase los ataques de Israel a Palestina y recibiese a los desalojados del parque ofimático, y con ella terminó.

Xosé Manuel Carril acusó al Gobierno local de presumir de blindar el gasto social cuando, en su opinión, fomenta la beneficencia desde entidades privadas, de las que el concejal nacionalista elogió su labor, en lugar de potenciar los servicios sociales públicos. "Ya va siendo hora -advirtió a los miembros del Ejecutivo- de que diferencien el gasto social de la beneficencia. Hay que apoyar a las entidades pero eso no quita que el Ayuntamiento potencie los servicios sociales. Las entidades benéfico-sociales están para complementar la labor de las administraciones públicas y esto no lo entiende el PP, que hace que los servicios sociales dejen de ser un derecho y pasen a ser una cuestión de beneficencia. No es cierto que el Gobierno municipal refuerce los servicios sociales, lo que hace es reforzar a las entidades benéficas".

El portavoz del BNG se refirió al presupuesto como un proyecto "de trámite" que "roza lo inaudito". Como ejemplo, acudió al reparto del gasto en la Concejalía de Empleo y Turismo, en el que advirtió de que no figuran actuaciones concretas, solo "partidas tan vagas como 'otros gastos diversos', 'otros gastos diversos en comercio' u 'otros gastos diversos en desarrollo empresarial".

"Como son tan dados a las plegarias y se ponen de rodillas ante la Virgen del Rosario para pedirle cosas que son incapaces de conseguir -les espetó a los ediles del PP-, cambien el cuadro del Rey (que preside el salón de plenos) por un San Pancracio y pídanle la salud, el trabajo y la protección social que sus presupuestos no van a traer".

El diseño de un nuevo modelo productivo en la ciudad que abandone la apuesta por la economía del "ladrillo" ocupó el grueso de las dos intervenciones de César Santiso. El portavoz municipal de Esquerda Unida-Os Verdes censuró que el Gobierno local "centre la inversión en el caduco modelo del ladrillo", en el que situó como paradigma "una obra faraónica": "el innecesario túnel de O Parrote", que ejecutarán Puerto, Ayuntamiento y Xunta. Santiso aconsejó al Gobierno local que dé un giro a sus cuentas con el objetivo de revisar el modelo económico de la ciudad. "Sí se puede influir desde el Ayuntamiento en el cambio del modelo productivo local", replicó al portavoz del Gobierno, Julio Flores, cuando éste le indicó que "no ha habido ningún Ayuntamiento del mundo que haya conseguido un cambio de modelo productivo". Se puede, respondió Santiso, con una apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación, y por una ciudad "más sostenible".

"Serán unos presupuestos ineficaces porque el problema es que la gente quiere trabajar y tener un mínimo de economía", alegó Santiso, quien no augura de los segundos presupuestos de Carlos Negreira un mínimo impacto en la generación de empleo y en la salida de la crisis.

El portavoz de EU cuestionó también el reparto de las principales partidas económicas. "Música y festejos", argumentó, reciben más fondos que los programas para combatir el desempleo. "Necesitamos fiestas porque sufrimos bastante, pero hay que priorizar ante esta situación", expuso Santiso, quien reprochó al Gobierno local su "complejo" por "estar mirando siempre hacia atrás", por responder a las críticas de PSOE y BNG con ataques a la gestión de estas dos formaciones cuando gobernaban el Ayuntamiento en coalición.