Los trabajadores de la fábrica de armas están dispuestos a "hacer lo que haga falta" para conseguir que las instalaciones de Santa Bárbara Sistemas de la ciudad permanezcan abiertas y, por ello, han tomado la decisión de endurecer sus medidas de protesta. A la huelga de dos jornadas que se iniciará el miércoles se suma ahora una manifestación, convocada para ese mismo día, en la que representantes de empleados de la empresa de toda España protestarán ante la sede de la compañía, ubicada en Madrid.

El presidente del comité de empresa de la fábrica coruñesa, Roberto Teixido, recuerda que hoy se celebrará una nueva reunión entre los trabajadores y la empresa, aunque lamenta que nada hacer suponer que Santa Bárbara Sistemas, dependiente de la multinacional estadounidense General Dynamics, haya cambiado de opinión.

"Hay una nueva reunión con la empresa, pero, que nosotros sepamos, no ha habido novedades", declara un Roberto Teixido que, a pesar de haber escuchado una y otra vez la negativa de la empresa a anular el expediente de cierre de la factoría, se niega a resignarse a que el fin de la actividad en las instalaciones de Santa Bárbara en la ciudad esté próximo.

Teixido, que confirmó la huelga que comenzará mañana y terminará al día siguiente, recalca que los trabajadores siguen con la intención de protagonizar un encierro definitivo en la planta si la empresa sigue cerrada a cualquier negociación relativa a una posible anulación del cierre o de los despidos. Teixido recuerda que el jueves, segundo día de la huelga, habrá una manifestación en la ciudad, que partirá alrededor de las 10.00 horas de la factoría y terminará en la Delegación del Gobierno, con cuyo máximo responsable se reunirán los representantes de los trabajadores.

El pleno municipal aprobó ayer, por unanimidad, la moción presentada por el Gobierno local, previamente consensuada por todos los grupos políticos, en apoyo a la fábrica de armas y a las reivindicaciones de sus trabajadores. El portavoz del Gobierno local, Julio Flores, destacó que "toda la ciudad se ha unido" contra el cierre y recalcó que los argumentos de la empresa no son aceptables.

Desde la oposición, la socialista Mar Barcón expuso que la solución está en diversificar la producción; mientras que el nacionalista Xosé Manuel Carril recordó que la compañía no es una "simple empresa privada", por ser el Gobierno su principal cliente. César Santiso, de Esquerda Unida-Os Verdes, exigió la implicación del Ministerio de Defensa.

El presidente del comité de empresa está muy satisfecho con el apoyo unánime de la corporación de A Coruña, al que hay que sumar el del Concello de Culleredo, que también rechazó de forma unánime el cierre de la fábrica.