El Coliseum celebró anoche con el concierto de Melendi -al que acudieron 8.500 personas- el primero de los espectáculos en el que se aplicaron las nuevas medidas de seguridad para acontecimientos multitudinarios implantadas por el Ayuntamiento tras la tragedia del Madrid Arena. La previsión de una asistencia masiva llevó al Gobierno local hace semanas a emplear esta actuación como ensayo de los sistemas preventivos que se utilizarán a partir de ahora, entre los que figura la separación del público entre la grada y el coso del Coliseum para evitar que se colapse esta última zona, donde los espectadores se encuentran de pie y se corre el riesgo de avalanchas.

Los asistentes tuvieron que entrar al recinto de uno en uno para que sus entradas pasaran por un lector óptico que comprobó que no eran falsas y garantizar así que no se superaba el aforo permitido, reducido a 8.500 personas desde las 10.500 que se toleraban anteriormente, aunque esta medida retrasó el inicio del concierto hasta las 23.00 horas. Los espectadores de grada y de coso accedieron por puertas diferentes y a los últimos se les proporcionó una pulsera de identificación para que pudieran regresar a esa zona tras regresar de otras áreas del edificio. Los responsables municipales decidieron además reforzar el equipo de seguridad destinado a este concierto como medida preventiva, aunque a la hora de cierre de esta edición no se había producido ningún incidente.