La última reforma de las aceras realizada en el entorno de la plaza del Comercio ha generado un ambiente de discordia entre los vecinos de la zona. Y no porque las obras sean aparatosas o el diseño no sea de su gusto, sino porque las mejoras han llegado solo a unos pocos. Los vecinos de los portales 13 y 14 protestaron ayer a pie de calle, y acompañados por los concejales del PSOE Yoya Neira y José Nogueira, por las mejoras realizadas en las aceras que dan a los portales 4 y 5.

El Concello, por su parte, se defiende y asegura que la ampliación de las aceras en este tramo de la plaza del Comercio se costeó a medias entre la empresa encargada de instalar el ascensor y un plan municipal para el mantenimiento de aceras. El motivo de no reparar el resto de la calle es rotundo: "no hay dinero", aunque prometen hacer la reforma en fases posteriores.

La discordia se inició en septiembre de 2012, cuando el edificio número 5 inició las obras de rehabilitación y construcción de un ascensor, que obligaron a recortar los jardines dado que la estructura sobrepasaba en 30 centímetros la línea de la fachada. Finalizadas las obras, el Concello procedió a renovar y ensanchar las aceras del lugar dejando el resto igual.

El precedente no ha sentado bien entre los residentes dado que desde hace años vienen solicitando al Concello la reforma de la plaza y obteniendo la negativa como respuesta, alegando el Gobierno que tanto las aceras como los jardines pertenecen al Instituto de Vivenda e Solo de la Xunta. Los vecinos, sin embargo, aseguran que la "incomprensible" actuación del Ejecutivo tiene que ver con que uno de los residentes en el edificio número 5, beneficiado por la ampliación de las aceras, es familiar del teniente de alcalde, Julio Flores, denuncia que recoge el PSOE. Los vecinos ya transmitieron por registro su queja obteniendo como respuesta del área de infraestructuras que "no se tiene previsto hacer más reparaciones en la zona".