Ana Sanclaudio es testigo cercana de los sacrificios en gasto educativo que asumen los padres por la crisis. Trabaja como secretaria de la Federación Provincial de las ANPA de Centros Públicos de A Coruña. Aunque admite que prescinden cada vez más de servicios como el comedor o las actividades extraescolares, asegura que, pese a las dificultades presupuestarias, las familias recortan sus gastos en otros conceptos para no perjudicar la educación de sus hijos.

-El ahorro anual de las familias coruñesas en educación fue en tres años el más alto entre las ciudades gallegas, del 25%. ¿Le sorprende?

-El poder adquisitivo de los hogares ha caído en los últimos años, eso se nota. Pero pese a los recortes en educación o en sanidad, los padres no cambian ciertos gastos y sacan dinero de otro lado para destinarlo a la salud y la educación de sus hijos.

-Pero ¿por qué en otros municipios el gasto sí ha crecido?

-Porque los programas educativos son distintos, hay inversiones diferentes y varían las ofertas. Los padres estudian ahora mejor aquello que los centros ofrecen a sus hijos: horarios, servicios, actividades deportivas... Eso pesa mucho hoy en día.

-Algunos servicios han encarecido, los libros de texto, por ejemplo.

-Ha sido muy positiva la creación de bancos de libros de texto para intercambiar en centros públicos. O programas de préstamos en los que la gente es muy consciente de que quien da, también recibe.

-¿En qué más reducen el gasto los padres ahora?

-Algunas familias ya no necesitan recurrir al comedor para sus hijos, sobre todo cuando el padre o la madre han perdido el trabajo. O el programa Madrugadores para padres que, por sus horarios, dejaban al niño muy temprano en el colegio, donde desayunaba antes de ir a clase. En algunos hogares ahora dejan al crío con los abuelos y estos lo llevan al colegio. Pero por el contrario, se mantiene la participación en programas municipales de ocio educativo.

-¿Los padres descartan hoy la educación en centros privados, y por tanto más caros, en favor de los públicos?

-En algunos centros las aulas de infantil aumentan porque crece el número de alumnos matriculados, de dos se pasa a tres. Creo que ahora se ve de forma más positiva la educación en un centro público, nadie cree ya que vayamos a impartir una peor educación que en un colegio privado.

-¿Cambiará la tendencia al superar la crisis?

-No sé. Creo que de la contención se aprende a estudiar mejor las prioridades.