El pintor Jaime Francisco Lorenzo Cabanas, más conocido como Xaime Cabanas, falleció ayer a los sesenta años por causas naturales en su casa de A Coruña. La madre del que fue protagonista de la renovación del arte plástico en Galicia lo encontró sin vida por la mañana. La muerte sorprendió en la cama a este pintor autodidacta, cuyo carácter irreverente, mordaz y bohemio no dejó indiferente a aquellos que lo conocieron. Xaime Cabanas, nacido en el barrio de Monte Alto, será incinerado hoy, a las 12.30 horas en el cementerio de Feáns, tras una misa que se oficiará a las 11.30 horas.

Con una trayectoria artística que comenzó en la década de los setenta, Xaime Cabanas fue miembro activo de agrupaciones como A Sisga, A Carón y A Galga, que promovían una manera de vivir alternativa y luchaban por escapar de la inmovilidad en la que parecía estar inmerso el panorama cultural gallego por aquel entonces. Un estatismo que nada tenía que ver con el pintor, que estuvo siempre un paso por delante, a la vanguardia del arte.

El pintor coruñés fue uno de los 23 artistas que, en 1980, participó en una exposición en Baiona que fue clave para el nacimiento del movimiento Atlántica, una época que Xaime Cabanas recordaba, según recoge Xavier Seoane en el volumen Cabanas MMI, como "maravillosa, radiante". A mediados de la década de los ochenta retoma en A Coruña las iniciativas dirigidas a la estimulación artística con el colectivo GrupOrzán. El artista explora diversos mundos plásticos, principalmente abstractos, que dominarán su obra.

Tras un accidente en 1987 que lo obliga a permanecer por un largo período de tiempo en el hospital, la pintura de Xaime Cabanas da un giro hacia unos planteamientos más clásicos; se interesa por el mundo medieval, las canteras, los petroglifos. Es la que el artista denominaba como la época de la piedra, según recoge Xavier Seoane en la obra Cabanas MMI. Una época que da paso a un nuevo cambio en el artista que da rienda suelta a sus múltiples ideas en papel y en pinturas de pequeño y gran formato.

Da un nuevo giro hacia el expresionismo americano de camino a un conceptualismo abstracto, una línea abstractiva que no excluye referentes figurativos en sus composiciones, caracterizadas por códigos ancestrales y autobiográficos.

El Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña puede presumir de tener expuesto en sus paredes uno de sus murales, la obra Golfo Ártabro, una obra que lleva al espectador hasta el lugar oleirense de Lorbé. También la Fundación Caixa Galicia e incluso la firma Estrella Galicia para quien Cabanas, bautizado como el pintor bravú, diseñó en el año 2006 el logotipo con el que la empresa cervecera conmemoró su centenario.