Los seis juzgados de lo Penal de A Coruña han traspasado el año pasado los límites establecidos de sentencias pendientes de ejecutar. El máximo marcado para este tipo de juzgados se sitúa en los 441 fallos, pero han sido hasta cinco los que han rondado el millar de casos.

Solo el Juzgado de lo Penal número 6 -exclusivo de violencia de género- se ha quedado un poco más cerca del límite, aunque sus datos, aun siendo los mejores, casi duplican el máximo recomendado, ya que en 2012 ha tenido que encargarse de hacer cumplir 705 sentencias.

Los fallos no salen de esta lista de pendientes de ejecución hasta que se ha conseguido que se cumpla lo que dicta la sentencia. Esto es, por ejemplo, que la víctima de un accidente de tráfico cobre toda la indemnización que la sentencia le reconoce. Una de las labores a las que se enfrentan los funcionarios encargados del cumplimiento de los fallos judiciales se centra, por ejemplo, en localizar a los condenados para que entren en prisión o para que satisfagan los pagos que se les requieren.

Los peores datos en este apartado de sentencias pendientes los tiene, según la Memoria Xudicial 2012. Tribunais e Xulgados de Galicia, son los del Juzgado de lo Penal número 4, creado en 2001, que se ha tenido que hacer cargo de 1.389 ejecutorias sin cerrar. Este dato supone que su carga de trabajo se ha multiplicado por 3,1 teniendo como referencia el máximo establecido para este tipo de órgano judicial. Le siguen en esta clasificación de juzgados colapsados, el número 3, con 1.262 expedientes por atender -821 más de los recomendados-, y el número 2, con 1.220, casi el triple del límite marcado. El Juzgado de lo Penal número 1 sumó 1.092 ejecutorias pendientes y, el número 5, cerró el ejercicio con 965 sentencias a las que todavía no se les había dado carpetazo.

La situación no mejora demasiado en los límites marcados para la recepción de nuevos casos. Durante el año pasado, solo un Juzgado de lo Penal, el número 6, consiguió no quedarse por debajo de la barrera que marca el máximo establecido. Este tipo de juzgados debería atender, anualmente, entre 328 y 392 nuevos procedimientos abreviados, pero el número 1 llegó a los 441 -casi medio centenar más de los recomendados-; el número 2 cerró el año con 413; el 3, con 438; el 4, con 439 y el número 5 con 440. A estos nuevos casos hay que sumarle los reiniciados y los que habían heredado del ejercicio anterior que, en casos como el del número 3, superan los 700 procedimientos.

El Juzgado de lo Penal número 6 superó, en muy poco, el mínimo establecido, con sus 335 casos -estos juzgados deberían atender anualmente un mínimo de 328 casos y un máximo de 392-. Este juzgado fue el único que, durante el ejercicio pasado, consiguió resolver más procedimientos de los que había recibido durante el año y dejar menos casos abiertos para 2013 de los que había heredado de 2011. Las cifras del funcionamiento en 2012 de los juzgados de lo Penal revelan que estos órganos están saturados.