La presentación del balance del primer año de actividad de los nuevos gestores del teatro Colón y las diferencias surgidas entre la empresa y la Diputación reabren la polémica sobre la fórmula de dirección de esta instalación cultural, que ha pasado por diferentes avatares desde su adquisición por el organismo provincial.

ELos inicios. El teatro fue construido en 1948 en un edificio compartido con el hotel Embajador y gestionado por la Empresa de Espectáculos Emilio Rey Sánchez e Hijos hasta 1998, fecha en la que el recinto fue adquirido por la Diputación bajo el mandato de su entonces presidente, Augusto César Lendoiro, lo que ya generó controversia por el hecho de que una institución provincial se hiciese cargo de una instalación de este tipo. El teatro cerró en agosto de 2002 para ser rehabilitado y se reinauguró en diciembre de 2006.

La reapertura. Para gestionar el Colón, la Diputación optó por la contratación de una empresa privada y convocó un concurso al que solo se presentaron las dos entidades financieras que pugnaban entonces por ofrecer la mejor programación cultural en la ciudad a través de sus obras sociales: Caixagalicia y Caixanova. La primera de ellas se hizo con la adjudicación a través de la empresa Cávea Producciones por un periodo de cinco años. Durante ese periodo, el teatro acogió 698 espectáculos (unos 140 anuales), a los que asistieron unos 448.200 espectadores, lo que proporcionó una ocupación media del 75,8%, según los datos de la propia empresa.

La crisis. Las condiciones establecidas en el momento en que Cávea consiguió la gestión del Colón se tornaron inasumibles con el paso del tiempo a causa de la crisis económica, por lo que en diciembre de 2011 la empresa renunció a prorrogar el contrato. La Diputación se vio obligada a convocar un nuevo concurso, aunque el BNG apostó porque fuese el propio organismo el que se encargase de gestionar el teatro mediante un modelo público.

El concurso. Solo dos ofertas se presentaron para hacerse con la gestión del Colón, una de ellas de Cávea Producciones, que efectuó la mejor propuesta económica, aunque fue la técnica la que hizo que la Diputación se decantase por la planteada por una unión temporal de empresas formada por Gestión de Espacios Culturales y de Ocio, Eulen y unahoramenos Producciones. La primera de ellas se dedica a soluciones de ingeniería, fabricación e instalación de equipamiento escénico y audiovisual, mientras que la segunda es una promotora y productora de espectáculos y la tercera es un grupo de servicios.

El contrato. La Diputación aporta 254.237 euros a la concesionaria, que se compromete a ofrecer 80 días de programación al año y a reservar 15 días para actos de la institución provincial de forma gratuita. Si los beneficios obtenidos por la gestora superan el 5%, la Diputación tendrá derecho a hacerse con una parte de ellos.

ELos resultados. Desde el 15 de junio de 2012 hasta el 31 de mayo de 2013 el teatro Colón albergó 158 funciones que sumaron 71.413 espectadores, lo que supuso una ocupación media del 41%. El informe de Intervención de la Diputación refleja que los gestores obtuvieron unas pérdidas de 294.775 euros, cuando esperaban alcanzar unos beneficios de 34.681, situación que explican por el impacto negativo que causó en la afluencia de espectadores la subida en septiembre de 2012 del IVA de las localidades desde el 8% al 21%. Las empresas solicitaron ya en noviembre de 2012 y luego en abril de 2013 una mayor aportación de la Diputación, lo que reiteraron tras la presentación de sus resultados.

El informe. El interventor rechaza el argumento del IVA cultural al estimar que no tiene una relación directa, ya que la recaudación no descendió de un modo significativo desde la subida de ese impuesto, sino que mostró los mismos altibajos que antes de su aplicación. El funcionario destaca además que los ingresos por venta de entradas solo alcanzaron el 38,6% de lo previsto y que el precio medio de las localidades fue de 25 euros, menos del 50% de la tarifa máxima prevista, aunque los gestores se oponen a aumentar los precios por temor a una menor afluencia. En el informe se pone de relieve además que el teatro no obtuvo ingresos por patrocinios ni por cesión de sus instalaciones y que el coste de la programación fue solo del 39,1% con relación a lo presupuestado, mientras que la contratación de servicios externos fue un 188,9% superior a lo previsto.

La comisión. La primera de las reuniones de la comisión de seguimiento del teatro Colón, formada por los grupos políticos de la Diputación y los gestores, concluyó el pasado lunes que estos debían mejorar la relación entre sus ingresos y gastos, por lo que rechazó incrementar la cantidad que les entrega anualmente.