El departamento de Urbanismo del Ayuntamiento inició el expediente de declaración de ruina del edificio número 23 de la calle Miramar Castrillón, para el que en un primer momento se había abierto un procedimiento por deficiencias que se archivó al apreciar que los problemas del inmueble son mayores. El propietario deberá informar en el plazo de 15 días sobre quién vive en el edificio, aunque se encuentra abandonado, y proporcionar datos sobre la construcción, en la que además en los cinco próximos días deberá cerrar los huecos existentes para evitar la entrada de agua y animales, así como retirar los materiales sueltos de la fachada para evitar desprendimientos. El Concello informa al dueño de que si transcurrido el periodo establecido no acomete los trabajos ordenados, podrá ser sancionado con multas de hasta 6.000 euros de forma sucesiva hasta que cumpla estas disposiciones.