Doce artistas sobre el escenario propondrán al público del Garufa Club dejarse llevar hasta los locos años veinte. La época en que surgió el dixieland, los bailes desinhibidos y la aparición del American way of life. A partir de las once de la noche, Los Hot Chocolates invitan a viajar noventa años atrás en el tiempo para celebrar una fiesta que conmemorará el primer aniversario de la banda, cuando actuó en el antiguo Garufa de la Ciudad Vieja a modo de despedida del local.

Tras meses recibiendo la propuesta de rememorar el ambiente de los veinte en un concierto, la formación acabó animándose para su cumpleaños. "Esperamos que la gente venga disfrazada", confiesa el trompetista Fernando González. Para animar a los asistentes, la banda premiará al que mejor baile y al mejor caracterizado. También ayudarán las 25 estrellas que se repartirán a los 25 primeros en llegar y el sorteo de una botella de Bourbon.

Un año después de aquel concierto en el viejo Garufa, Los Hot Chocolates valoran la trayectoria llevada hasta la fecha, "cada vez más implicados y trabajando poco a poco, con las dificultades que implica ser doce", reconoce González. La idea de la banda llevaba tiempo macerando en la cabeza del artista, que le propuso a su hermano Santi (saxo) unir bajo la misma propuesta musical a los doce instrumentos. "Coincidíamos en formaciones más pequeñas, pero nunca habíamos tocado todos juntos", recuerda, hasta que aquella noche lograron hacerlo como Los Hot Chocolates. Un nombre que nada tiene que ver con el sonido setentero de los creadores de You sexy thing, sino con la denominación que recibían los primeros músicos afroamericanos que configuraban las bandas de jazz.

El trompetista valora la trayectoria del grupo, para el que cada actuación supone una especie de odisea. "Hay que hacer mil llamadas de teléfono para coincidir", sonríe González, que repite las palabras de un amigo: "la música es el arte de combinar los horarios". La apuesta, admite, "es difícil", aunque dice preferir tocar "poco y bien que querer abarcarlo todo". Por el repertorio de la banda pasan clásicos del jazz, swing y dixieland, además de versiones propias de temas pertenecientes a otros géneros, sobre todo del rock de bandas como The Eagles y su Hotel California. Por ahora no cuentan en sus partituras con composiciones de la banda, aunque para el próximo año esperan publicar su primer disco.

Su música pasó por el mítico Jazz Filloa en dos ocasiones, "apretados", pero orgullosos de ser parte del 33 aniversario del local de jazz más antiguo del país. "Es un templo del jazz, con un ambiente de club muy cercano", elogia el artista. El primer bolo de la banda fuera de A Coruña llegará en noviembre, cuando formen parte del cartel del Festival de Jazz de Lugo, aunque antes visitarán esos locos años veinte. El precio del viaje es de siete euros en taquilla.