José María Otero, el conductor de bus urbano agredido el pasado 2 de octubre con un bastón por un viajero que se negaba a abonar el importe del billete, fue arropado ayer por sus compañeros en la concentración de repulsa convocada a las puertas de Cocheras.

El incidente causó la pérdida del 90% de la visión en el ojo derecho del empleado que explicó a sus compañeros que, según los médicos, "tiene muy complicado" recuperar totalmente la vista. Bajo la pancarta Non más agresións nin físicas nin verbais, José María Otero acudió a la concentración de ayer "más animado" que en las pasadas semanas, según aseguró el presidente del comité de empresa, Pablo Leis. Actualmente de baja, el próximo mes volverá a pasar la revisión de los médicos, que analizarán la evolución de la lesión.

La Compañía Tranvías de A Coruña también anunció, a través de un comunicado, que se presentará como acusación particular en este caso y que se pone a disposición de José María.