El Gobierno local y seis centros de la ciudad -Ramón de la Sagra, Fernández Latorre, Anxo da Garda, Montel Touzet, Curros Enríquez y Dominicos- trabajan ya en la implantación de rutas seguras para que los escolares vayan caminando y en grupo a sus centros de estudio.

Para ayudarles a andar este camino, hay que hacer un trabajo previo de concienciación y también de estudio de cuál es el itinerario más seguro para los pequeños.

Tienen, además, una pista verde y amarilla que les ayuda a seguir el camino marcado: las ranitas que están pintadas en las aceras y pegadas en los escaparates de los comercios que guían a los más pequeños entre sus casas y sus colegios.

La concejal de Movilidad, Begoña Freire, aseguró ayer que, en cuanto se termine el estudio de los itinerarios y se acometan los cambios que se consideren necesarios para hacer estos caminos más seguros, se pondrán en marcha las rutas de estos seis centros. Una situación que espera que llegue antes de que finalice este curso.

Ya gozan de rutas seguras otros cuatro centros de la ciudad, el Concepción Arenal -con el que se inició el proyecto en mayo de 2013- y Sagrada Familia, San Francisco Javier y Wenceslao Fernández Flórez, que se han sumado a la iniciativa durante este curso y que la han puesto en práctica a lo largo de este mes.

En total, según explicó ayer el Gobierno local, hay 25 rutas seguras de las que se sirven unos 300 alumnos con la ayuda de medio centenar de familiares que les acompañan, de manera voluntaria, para servirles de guía.

Esas 25 rutas suman, según el Ayuntamiento, 15 kilómetros de caminos seguros que llevan a los escolares en grupo desde un punto de encuentro cercano a sus casas hasta los centros en los que estudian. En esta iniciativa participan menores de entre ocho y doce años -del segundo y tercer ciclo de Primaria- y los objetivos que pretenden conseguir la comunidad educativa, el Concello y la asociación Stop Accidentes, son: que suba el número de menores que van al colegio andando cada día, que lo haga en grupo y que las familias se impliquen en el proyecto para dar a los pequeños más autonomía.

"Los niños saben que pueden hacerlo, lo que pasa es que, a veces, los padres no les dejan", dijo ayer el director del centro San Francisco Javier, Emilio Veiga.

Antes de poner en práctica estas rutas, los niños reciben formación sobre seguridad vial para poder hacer la ruta "de las ranitas" sin someterse a peligros.