Lo habían advertido los trabajadores y los especialistas: se avecinan tiempos de desvíos continuos en Alvedro. Ayer, un día negro. Hasta dieciséis vuelos de partida y llegada (ocho aviones) derivados a Santiago, más de 1.500 pasajeros afectados. Y se avecinan más problemas para hoy. Desvío a desvío, se desvanece la remota posibilidad que había de volver a conseguir el millón de pasajeros a final de año a pesar del incremento de las cifras.

La desastrosa jornada comenzó con una primera derivación para un Iberia desde Madrid pasado el mediodía. En total, fueron a parar a Lavacolla ocho aviones que tenían que haber pasado por A Coruña de las rutas de ida y vuelta Madrid-Madrid (cuatro Iberia y dos Air Europa), Londres-Barcelona (Vueling) y Barcelona-Barcelona (Vueling). Los pasajeros que habían previsto viajar desde Alvedro, fuero trasladados hasta el aeropuerto compostelano en autobuses.

En este sentido, justo esta semana, representantes de los trabajadores del aeropuerto de Alvedro pedía, en una reunión con la concejal de Turismo, Luisa Cid, que el Concello realizase un esfuerzo para proveer a la cabecera sur (03), la más alejada de la ría de O Burgo, de algún sistema de aproximación que permita reducir lo mínimo los desvíos a otros aeropuertos.

Cuando el viento sopla de componente norte, ante la inexistencia de ayudas técnicas para aterrizar en dicha cabecera, se producen desvíos. Los especialistas explican que si hay nubes bajas como ayer y se hace de noche, se hace prácticamente imposible realizar la maniobra puesto que los pilotos deberían acometer de forma visual la entrada al aeropuerto por ese extremo de la pista (en obras).

En junio de 2013, el alcalde coruñés, Carlos Negreira anunció que el Ministerio de Fomento estudiaba medidas que se podían adoptar, que también pedían las aerolíneas, para mejora la operatividad. Pero nunca se llegaron ni a confirmar ni a materializar.