El BNG reclamó ayer al Gobierno municipal que trate a todas las plazas de la ciudad con el mismo "mimo" que ha tratado a la plaza de San Pablo, para la que ha aprobado una inversión de 1,7 millones de euros.

La formación frentista asegura que la reforma de San Pablo está "llena de un clasismo brutal" y citan el cuadro de características del contrato de la obra donde se señala que se busca un nivel de calidad para la plaza "adecuado respecto a la propia representatividad de la zona".

Los nacionalistas denuncian también que la reurbanización de este espacio se hace también en función de los intereses privados de las terrazas de hostelería y señalan el informe municipal de supervisión del proyecto de remodelación, en el que se especifica que las zonas de las terrazas de los locales de hostelería contarán con un "acabado más cálido y confortable que invite al reposo o la permanencia", recurriendo a un entarimado de madera tecnológica.